Prestar tus facturas a conocidos es una manera de fomentar la evasión de impuestos que podría someterte a un procedimiento penal por el delito de defraudación fiscal, y por ende, podría llevarte tras las rejas. En el país aún es muy común que personas sin Registro Federal del Contribuyente (RFC) pidan a conocidos que sí lo tienen el préstamo de una factura para cobrar algún servicio y aunque se haga sin la intención de violar la ley, sigue siendo ilegal. Sobre el tema Roberto Vázquez, miembro de la Comisión de Desarrollo Profesional de Investigación Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México, señaló que con todos los cambios hacia la nueva factura versión 3.3, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) tendrá conocimiento de este tipo de movimientos.
“Con el CFDI 3.3 el SAT tendrá más control y es que vas a tener que decirle quién te pagó ese ingreso y cuándo te lo pagó, así como la cuenta a la que se deposita el ingreso recibido por la prestación de servicio”, indicó.

¿Cómo se enterará el SAT?

La mayoría de veces, las personas que pidieron la factura prestada le pagan a su conocido en efectivo, deslindándose de toda responsabilidad con el SAT, sin embargo, con el nuevo sistema, el Servicio tendrá el detalle de todos los ingresos que obtienen los contribuyentes y de las facturas que se generan.
“Si el beneficiario de la factura decide pagar a su amigo titular de las facturas vía transferencia electrónica, el SAT detecta los montos de las transferencias y en el caso que se superen los 15 mil pesos, el fisco pregunta al contribuyente de dónde proviene ese ingreso” explicó.
Es por ello que expertos en la materia, recomiendan a los contribuyentes no prestar sus facturas, porque al no recibir el ingreso por la prestación de servicios, el SAT considera que se trata de una operación simulada, dado que nunca se materializó dicho servicio.
“Ahora eso se podrá detectar con mayor facilidad”.
ERC