“Me gusta el servicio que da el SAT, son muy amables y te tienen paciencia, pero ya son dos veces que detecto errores”, comenta.La última ocasión, después de platicar con la persona que lo atendió, se dio cuenta que era un prácticamente de servicio social, quien reconoció que estaba aprendiendo el ‘arte de hacer declaraciones’. Si tus declaraciones no las hace un contador, procura siempre estar atento al momento de presentarlas, porque la ayuda del SAT es valiosa y muy importante, pero siempre está el riesgo de que haya errores, y las consecuencias seguramente no serán buenas para tu bolsillo.