Si deseas ahorrar tu dinero o invertirlo para hacerlo crecer, evita hacerlo a través de mecanismos informales de ahorro e inversión como tandas; guardar dinero en efectivo debajo del colchón, o ser parte de “pirámides”; todas éstas ponen en riesgo tu dinero. De acuerdo con datos de la encuesta nacional de inclusión financiera 2015, el 43 % de la población mexicana utiliza mecanismos de ahorro no formales como tandas o guardar el dinero en efectivo, lo que sin duda expone a muchos innecesariamente al riesgo. El esquema de ahorro “piramidal”, por ejemplo, es un mecanismo que promueve que cada persona participante invite a un grupo de, al menos dos conocidos, a invertir en un negocio determinado y cada uno de ellos, a su vez, involucre a otras dos personas y así sucesivamente. Esto por lo general termina en un gran fraude en el que se prometen elevados rendimientos a los participantes y, al final, únicamente los promotores de arriba de la pirámide, es decir, los que inician el negocio, son los únicos que sí reciben de los recursos de los involucrados. Una de las ventajas del ahorro formal en instituciones financieras autorizadas y supervisadas por las autoridades como lo son los bancos, es que al tener una relación de cliente se obtiene, aparte de intereses, oportunidades para el acceso a otros servicios financieros como créditos, pero sobre todo, tu dinero está protegido por un seguro de depósito. En el caso de estar interesado en obtener un crédito, la recomendación es la misma: pedirlo en el sistema financiero formal. Hay que tener cuidado con “empresas” gestoras de crédito que ofrecen préstamos exprés  o inmediatos sin requisitos como comprobar ingresos o consultar el Buró de Crédito. Generalmente, cuando una persona acude a solicitar el financiamiento en este tipo de lugares, se les pide un depósito de aproximadamente el 6 % del total del préstamo que están solicitando por concepto de gestoría y gastos de administración; ya realizado el depósito la “empresa” aduce que el crédito está en proceso de autorización sin llegar a su entrega final; a veces dicen que el crédito no procedió y que el depósito no puede devolverse, o bien cambian de ubicación o desaparecen dejando al solicitante de crédito con una pérdida importante. Para evitar convertirse en una víctima, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de Usuarios y Servicios Financieros (Condusef) recomienda que antes de confiar tu dinero a una institución, verifiques que ésta esté debidamente autorizada y regulada por las autoridades y que cuente con seguro de depósito. También, que no entregues documentos personales o información confidencial si no estás seguro de que la empresa sea seria. Y, claro, que compares los diferentes productos que existen en el mercado y que elijas a la institución que mayores rendimientos te ofrezca en el caso del ahorro, o aquella que te ofrezca la tasa de interés más baja en el caso de los créditos. Recuerda que siempre hay que dudar y desconfiar de aquellas entidades que ofrecen dinero fácil y con rendimientos muy por encima de los que se ofrece en el mercado. Vocero Nacional de Buró de Crédito @BuroDeCreditoMX ; @WolfgangErhardt