Tras la designación del cardenal norteamericano Robert Prevost como nuevo papa de la iglesia católica, bajo el nombre de León XIV, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, aseguró que lo invitará para realizar una visita al país.

Por lo pronto, la mandataria —de familia judía— aclaró que ella no asistirá a la misa de inauguración del pontificado de León XIV en Ciudad del Vaticano, el próximo 18 de mayo, pero consideró que la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, puede acudir en su representación, como ya lo hizo en las exequias del recién fallecido papa Francisco.

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Lo vamos a invitar para que venga a México, ya habrá oportunidad de invitarle, y no creo que (yo) vaya a la misa, no sé si Rosa Icela va a querer ir de nuevo como representante nuevamente, pero le deseamos siempre lo mejor (a León XIV) y que sea un líder para la construcción de la paz en nuestro mundo”, comentó la mandataria este viernes, en su conferencia de prensa de todas las mañanas.

En sus acostumbrados comentarios de tipo ideológico, Claudia Sheinbaum destacó el interés y el trabajo pastoral del papa León XIV entre las comunidades más pobres y marginadas de Perú, país en el que radicó por más de 30 años.

 “Es un líder que atenderá a quienes menos tienen, siguiendo el legado del papa Francisco”, aseguró la mandataria.

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En su conferencia “mañanera”, Claudia Sheinbaum destacó que su gobierno ha creado programas de beneficio social, de la mano de la representación de la iglesia católica en México y otros credos religiosos, como el programa de desarme voluntario “Sí a la paz”, que consiste en que los ciudadanos que tengan armas las entreguen en espacios como los templos religiosos.

El papa Francisco, que falleció el pasado 21 de abril, visitó México una sola vez, en el periodo sexenal del expresidente Enrique Peña Nieto, en febrero de 2016. Sin embargo, la relaciones entre el Vaticano y el gobierno de México “se enfriaron”, cuando el expresidente Andrés Manuel López Obrador exigió en 2019 al papa Francisco que se disculpara con el pueblo mexicano por los abusos de la iglesia católica en el proceso de evangelización durante la conquista y la colonización de nuestro país.

El Vaticano respondió al gobierno de México que, en el año de 1992, el papa Juan Pablo II ofreció disculpas a los pueblos indígenas de América Latina.

GC