- Evaluar las condiciones a que se obliga la normatividad. Considere el lugar donde vive, las coberturas y vigencia, así como las sumas aseguradas que establece en su caso cada uno de los ordenamientos. Algunos son distintos en cada entidad federativa.
- Asesórese bien para que elija el seguro que más le conviene dentro de su capacidad de pago. Recuerde que pagando un poco más, el beneficio puede ser mucho mayor, con lo cual no sólo cumplirá la ley sino que estará mejor cubierto en caso de un accidente.
- Conocer las cláusulas de su contrato y su deducible, ya que dependiendo de cómo se manejen podría variar el precio de la póliza.
- Considerar las facilidades de pagos disponibles para el pago de su póliza de seguro y si éstas tienen un impacto en el precio final de la póliza.
- Si compró su automóvil a crédito, conocer los seguros que ya vienen incluidos en el financiamiento para que no comprar uno adicional innecesariamente.
- Una vez emitida la póliza, revisar que todos sus datos y los del producto que contrató sean los correctos y guárdela en un lugar seguro.