La belleza de México no sólo se encuentra en los paisajes o en las joyas arquitectónicas, también se encuentra en las manos de los artesanos del país, quienes a través de sus trabajos en textiles, cerámica y madera nos remontan a nuestras raíces. Ser testigo de las grandes obras de los artesanos es posible con la Ruta Tierra Maya: Artesanía para llevar, que te invita a dar un recorrido por los distintos pueblos chiapanecos que muestran su belleza a través de las manos de sus pobladores. Esta Ruta comienza en San Cristóbal de las Casas, un Pueblo Mágico importante para los productos artesanales, ya que concentra artículos fabricados por manos teztzales, tzotziles, choles y demás etnias chiapanecas. El Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) indica que quien visite este Pueblo Mágico no puede perder el Templo de San Nicolás, el Museo del Ámbar de Chiapas, y los distintos barrios de la ciudad, pues en cada uno se puede encontrar una artesanía diferente, además de platillos tradicionales. Entre los barrios más reconocidos de la zona se encuentran: El Cerrillo donde trabajan la herrería; La Merced, donde se halla el trabajo de cerería artística; el barrio Mexicanos, donde se fabrican muebles típicos cristobalenses; el barrio de Guadalupe, conocido por la elaboración de los tradicionales juguetes mexicanos; y San Cristóbal, donde se pueden adquirir joyas de jade, lapislázuli, ámbar, cristal de roca y perlas de río. La ruta continúa en San Juan Chamula, un pueblo ubicado muy cerca de San Cristóbal y donde se elaboran artesanías con lana. En este rincón chiapaneco, destaca el trabajo de mujeres tzotziles, quienes venden figuras, rebozos, cobijas y alguno que otro muñeco de madera tallada, sin embargo, la mayor atracción es el tejido en telar de cintura que realizan día con día. El siguiente destino en la ruta es Zinacatán, una comunidad tzotzil en donde los hombres se dedican a cultivar flores, mientras que las mujeres bordan, no sólo su propia vestimenta, sino también piezas para comercializar. Las piezas que bordan son consideradas un tesoro chiapaneco y es que, en ellos, las mujeres tzotziles retoman brocados olvidados, incorporando los tradicionales y casi desaparecidos rombos, logrando piezas artísticas inigualables. Finalmente, se puede visitar Amantenango del Valle, una comunidad donde es posible aprender todo el proceso para la elaboración de piezas de barro con técnicas prehispánicas. Aquí los tzeltales, fabrican sus piezas a mano y luego las cuecen en un horno excavado en mitad del patio a cielo abierto. Las mujeres de esta región instalan su mercado comunitario y venden piezas en forma de palomas, jaguares, gallos, lunas, soles, tortugas, ranas, iguanas, floreros y las tradicionales máscaras de jaguar, ideales para los “recuerditos”. En este sitio ese encuentra la iglesia dedicada a San Francisco de Asís, un templo construido en 1756 que debe ser visitado por los turistas. Estos destinos, hacen de la Ruta Tierra Maya: Artesanía para llevar, una de las mejores que existen en el país, pues además de conocer sitios muy representativos de nuestras raíces, acercan a los turistas a las obras de arte elaboradas por manos mexicanas. No olvides que para ser testigo de esta y otras rutas, existen sitios como https://www.visitmexico.com que te informan puntualmente sobre los destinos y te ofrecen interesantes opciones para realizar el viaje de tu vida. ERC