Emiliano Luna manejaba por Paseo de la Reforma la semana pasada. Durante el trayecto le llegó una notificación a su celular de un correo de Aeropostale, una tienda de ropa. En el primer semáforo que tuvo oportunidad leyó el mail. Venía, aparentemente, de Nueva York y en las primeras líneas decía: gracias por su compra. Lo revisó con mayor detenimiento y era una factura por una supuesta adquisición de siete prendas, por un total de 69.36 dólares. Lo primero que pensó fue: me clonaron la tarjeta de crédito. Revisó la terminación del plástico que se usó en la supuesta compra y se dio cuenta que no coincidía con ninguno de los suyos. Pese a ello, llamó a los bancos con los que tiene cuentas abiertas para confirmar esta información y, afortunadamente, todo estaba en orden. Platicó el caso con conocidos y amigos y, al menos, a 10 personas cercanas a su círculo social les ha pasado algo semejante. Buscó en internet y ya existen quejas en torno a este correo. Un persona que trabaja en el área de tecnología le comentó que existen dos posibles riesgos en torno a este correo: virus o phishing. El primero podría detonarse al abril el documento adjunto, mientras que el phishing, conocido como suplantación de identidad, tiene por objetivo que el receptor devuelva el correo o contacte  al remitente para que éste pueda obtener información de sus cuentas bancarias. Así es que cuando reciban un correo de Aeropostale ([email protected]) piensen dos veces antes de abrirlo y eviten angustiarse, porque puede tratarse de un virus o el llamado phishing.