Las vacunas desarrolladas en contra del Covid-19 otorgan una inmunidad contra el virus de seis meses, luego de la aplicación de las segundas dosis (para las que lo ameritan), concluyó un análisis realizado por un grupo de asesores de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Al presentar los datos actualizados, la directora del Departamento de Inmunización del organismo internacional, Kate O’Brien, explicó que se hizo una revisión de información científica sobre la eficacia de los biológicos para las variantes del coronavirus, hasta Delta.
“Hemos revisado los datos que hay y la mayoría muestra que la inmunidad tiene una duración de hasta seis meses”, indicó la directiva, quien apuntó que, para el caso de la nueva cepa, Ómicron, aún es muy pronto para pronunciarse sobre cómo responde a las vacunas.
Por su parte, Alejandro Cravioto, presidente del grupo de especialistas, manifestó que los biológicos (aún de una sola aplicación), otorgan “una protección robusta al menos seis meses contra formas severas de la enfermedad, aunque se ha observado cierta disminución (de la eficacia) frente a cuadros graves, especialmente en adultos mayores y personas con enfermedades subyacentes”.
Derivado de los resultados del nuevo estudio, los asesores de la OMS recomendaron “formalmente” a los países que actúen con flexibilidad a la hora de planificar las próximas fases de sus programas de vacunación para contener la pandemia.
Lo anterior representa que los gobiernos vacunen a la población que falta con la primera dosis de una vacuna y la segunda dosis de otra, lo que “permitirá a los países que no tienen reservas de vacunas enfrentar el problema de un suministro”.
“Numerosos países tienen hasta cuatro vacunas en sus planes de inmunización contra el Covid y poder combinarlas evitará que parte de esas existencias venzan y se pierda”, manifestó O’Brien.
De acuerdo con los especialistas, la prioridad es aplicar las dos vacunas del mismo biológico, sin embargo, debido a la velocidad que avanza el virus, los gobiernos deben evaluar el suministro de una segunda dosis desarrollada por otra farmacéutica.
Respecto a las dosis refuerzos, los expertos sugirieron que sólo se ofrezca su aplicación a los grupos vulnerables, es decir, a adultos mayores y a personas con comorbilidades (hipertensión, obesidad, diabetes y tabaquismo).
Igualmente, aconsejaron que se suministre a trabajadores sanitarios, en particular si recibieron vacunas con virus inactivados, que corresponde a la tecnología utilizada en las vacunas de las farmacéuticas chinas Sinovac y Sinopharm, biológicos que se encuentran en la lista de uso de emergencia de la OMS, y que han sido ampliamente administradas en numerosos países en desarrollo, incluido México.
“En ese caso, el personal sanitario debe recibir el refuerzo lo más pronto posible”, señaló Cravioto.
Según la Organización, al reservar las terceras dosis a los grupos de mayor riesgo, los países pobres, donde las tasas de vacunación son muy bajas, tendrán mayor accesibilidad a las vacunas que necesitan.
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