México deberá concebir el contexto: para entrar a una guerra comercial, que sin lugar a duda habrá, hay que entender el porqué, y qué tiene el país para poder estar en ella.
¿Qué es una guerra comercial?
Una guerra comercial es un conflicto económico entre dos o más naciones, donde cada país impone barreras arancelarias u otras restricciones comerciales contra el otro en respuesta a las barreras iniciales. Estas acciones se toman generalmente para proteger las industrias nacionales de la competencia extranjera o para forzar cambios en las políticas comerciales del otro país. Las guerras comerciales pueden involucrar aranceles, cuotas de importación, subsidios y otras medidas proteccionistas.
Reflexión:
México. Su realidad es que tiene para mantener a las empresas, puede bajar los impuestos que pagan las empresas para que estas continúen operando, puede reducir impuestos a nuevas inversiones, o tiene tecnología propia que puede enviar a otros países que puedan necesitar.
Causas de una guerra comercial. Las guerras comerciales pueden desencadenarse por una variedad de razones, entre las cuales se incluyen:
Déficit comercial: Cuando un país experimenta un gran déficit comercial con otro, puede imponer aranceles para reducir las importaciones y proteger su economía local.
Prácticas comerciales desleales. Si un país acusa a otro de prácticas desleales, como el dumping (vender productos por debajo del costo) o subsidios a las exportaciones, puede responder con aranceles para nivelar el campo de juego.
Protección de industrias estratégicas: Los países a menudo inician guerras comerciales para proteger industrias consideradas vitales para su seguridad nacional o económica, como la agricultura, la manufactura o la tecnología.
Consideraciones políticas: Las guerras comerciales pueden ser utilizadas como herramientas de política exterior para ejercer presión sobre otros países en asuntos no relacionados con el comercio.
Reflexiones:
- México presenta un superávit respecto a la balanza comercial con Estados Unidos de 261 mil millones de dólares en el 2024. Esto no ha sido parte del argumento de amagues arancelarios. La desventaja que tiene México, es que del total que exporta al mundo, el 82 % va a los Estados Unidos. El paro de aranceles recientemente habido, debió a que, en el TMEC, indica sobre el origen de los productos, y la gente del país de las barras y estrellas, sabe de los términos y condiciones que existen, y el colocarlo, caerían en una controversia, dando lugar a mesas de disputa, y a la cual México podría ganar. El TMEC en 2026, puede modificar la forma o, simplemente, no continuar en hacer tratados bilaterales. Recordemos que México, ensambla tecnología de su socio comercial.
- El total que México exporta a los Estados Unidos, el 65 % es para el sector eléctrico, y transporte. El rubro de la parte agrícola solo representa el 4 %. México depende de la buena voluntad de las marcas en el continuar operando, y dependerá de la mercadotecnia que use Estados Unidos, para hacer el onshoring.
- México está cerca del mercado que más importa para cubrir la demanda interna, y todos los países, exportan algo de su producción a este país. México, sí puede ser sustituido por otro país, sin lugar a duda.
Consecuencias de una guerra comercial. Las guerras comerciales pueden tener una serie de efectos negativos a corto y largo plazo tanto para los países involucrados como para la economía global.
Impacto económico: Las barreras comerciales aumentan los costos de los bienes importados, lo que puede llevar a un aumento de los precios para los consumidores y una disminución del consumo. También pueden reducir las exportaciones y afectar negativamente a las empresas que dependen del comercio internacional.
Disrupción de las cadenas de suministro. Las restricciones comerciales pueden interrumpir las cadenas de suministro globales, dificultando que las empresas obtengan los insumos necesarios para la producción, lo que puede llevar a una disminución de la producción y pérdida de empleos.
Inflación: Los aranceles y otras restricciones comerciales pueden conducir a un aumento de los precios de los productos y servicios, provocando inflación y reduciendo el poder adquisitivo de los consumidores.
Relaciones internacionales deterioradas. Las guerras comerciales pueden tensar las relaciones entre los países involucrados y llevar a una mayor inestabilidad política y económica a nivel mundial.
Incertidumbre en el mercado: Las disputas comerciales generan incertidumbre en los mercados financieros, lo que puede llevar a una disminución de las inversiones y afectar el crecimiento económico.
Efectos a largo plazo: A largo plazo, las guerras comerciales pueden cambiar la estructura del comercio internacional, con países buscando nuevos socios comerciales y diversificando sus mercados, lo cual puede tener efectos duraderos en la economía global.
Reflexiones:
- En Estados Unidos, lo que exporta a México es más diversificado y no está colocado en un solo sector. El 36 % de las exportaciones son para el sector eléctrico, y transporte. El 30 % tiene destino en el rubro de plásticos, minerales, y siderurgia. México depende de su socio sobre el gas natural, y combustibles para motores, además de que pudiera haber un gravamen sobre las remesas, al ser una fuga de flujo de efectivo en forma diaria.
- Estados Unidos ha dejado su posición respecto a China, que es minimizar la entrada de tecnología o todo aquello que pueda, significar un riesgo para sus empresas que compiten con las del país asiático. México debe el considerar la desventaja actual que tiene con China, debido a que, en el 2024, presentó un déficit de más de 120 mil millones de dólares, debido a que del total que exportamos al mundo solo envía el 2%, pero le importamos el 20%. Esto ha estado aumentando en los últimos años, y significa que el TMEC, estará más riguroso sobre el origen de los productos.
- La inversión extranjera directa nueva de México, y la que genera nuevos negocios, empleos, impuestos, y flujo de efectivo; en 2024, está siendo la más baja en los últimos 18 años. Esto indica la falta de ingresos para el crecimiento, y en el dado caso la salida de algunas empresas o disminución del volumen de producción mermaría al país en cuanto al PIB. México ensambla, no crea.
- La mano de obra en el sector manufacturero en México, laboran alrededor de 9.7 millones de personas, ganando a 3.7 dólares la hora, mientras que en Estados Unidos existen alrededor de 40 millones ganando 28 dólares. Para disminuir el costo de la mano de obra, los Estados Unidos, pretende reducir los impuestos de 21% a 18% a las empresas. El tiempo extra, estaría libre de impuestos, e inversiones nuevas, tendrían una reducción del 100% al capital. Además, que el concepto que tiene Estados Unidos, es el de tener una mayor recaudación de impuestos vía empleos, y cuyo objetivo es reducir el déficit presupuestal, y la deuda. Esto solo puede ser logrado, reduciendo los gastos innecesarios del erario, como fue mencionado por el presidente TRUMP en el congreso.
- Además del incremento a los ingresos, por medio de los impuestos generados por la nueva inversión extranjera, y que las matrices de las empresas, envíen una mayor cantidad de dinero; para aumentar la capacidad de operación de los negocios. Cuyo fin es el mantener al negocio, fuera de incertidumbres ocasionadas por la imposición de aranceles, y los cuales serán colocados en el caso de que el TMEC, no continúe o surja algún acuerdo bilateral.
En resumen, las guerras comerciales son conflictos complejos que pueden tener amplias repercusiones económicas y políticas. Aunque pueden ser usadas para proteger industrias nacionales o forzar cambios en las políticas de otros países, sus consecuencias negativas frecuentemente superan los beneficios potenciales.
A todo esto, México, su realidad que tiene para el mantener a las empresas, puede bajar los impuestos que pagan las empresas para que estas continúen operando, puede reducir impuestos a nuevas inversiones, o tiene tecnología propia que puede enviar a otros países que puedan necesitar.
La respuesta es sencilla, hay un déficit presupuestal alto, no puede eliminar impuestos, y por ende no pueden atraer nuevas empresas, y al ser un país ensamblador dependemos de que las empresas se sientan cómodas, y no cambien sus planes de permanecer o reducir su producción.
La realidad, la única forma de hacer frente, es cediendo a peticiones extra comerciales, y que no tengan, el nada que ver con el ámbito del PIB.
Por Ramses Pech – Grupo Caraiva – Grupo Pech Arquitectos