Tener que ahorrar no implica que dejes de salir o comprarte cosas, solo requiere organización de tu parte, por mencionar un ejemplo, según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), los gastos hormiga pueden representar hasta 12 por ciento del ingreso anual de un empleado.
“Estos desembolsos afectan de manera importante la economía de una familia, porque si un trabajador tiene un ingreso de 10 mil pesos, estamos hablando de que se le están yendo mil 200 pesos mensuales, esto es cerca de 15 mil pesos anuales que podrían destinarse para el ahorro”, según información de Condusef.
Para evitar esto, los expertos de Principal dan los siguientes consejos: Planifica tus gastos Este es el primer paso y, si lo llevas a la práctica, los beneficios pueden ser grandes. A principios de mes, define qué te gustaría comprar y compáralo con tu presupuesto mensual. Así tendrás una idea clara de si lo puedes adquirir sin afectar tus gastos corrientes o tu ahorro. Si tienes una planificación ordenada, sabrás cuánto gastas y cuánto ahorras, y te será fácil determinar la cantidad de veces que podrás ir al cine, salir a cenar o, incluso, qué tanta ropa de invierno puedes comprar este mes sin afectar tu estilo de vida ni tus objetivos de ahorro. Ten paciencia en tus objetivos Así como es importante establecer objetivos de ahorro, es fundamental tener paciencia y darte tiempo para cumplirlos. Si quieres ahorrar $100,000 pesos, necesitarás un plazo para lograrlo. De lo contrario, destinarás una parte demasiado alta de tu ingreso para el ahorro, y el resto no te alcanzará para los gastos corrientes. A la larga, la frustración de no poder gastar en tu tiempo libre te podría llevar a renunciar al ahorro. No renuncies a todo lo que te gusta Si no puedes empezar tu día sin visitar tu cafetería favorita, no renuncies por completo a ello. De nada servirá que dejes lo que más te gusta, porque entonces seguirás viendo el ahorro como algo negativo. Es mejor que hagas ajustes en otros rubros o alargues el tiempo que te llevará lograr tus metas de ahorro. Lo más importante es la constancia, no la cantidad. Pero sí debes renunciar a lo que no te gusta ¿Sigues pagando por un servicio que no usas? ¿Tu proveedor de Internet te cobra de más? Aquí es donde puedes hacer ajustes fácilmente. No se trata de quedarte sin Internet o sin tus series favoritas, sino de no pagar de más o por algún servicio que no usas y que te ha dado flojera cancelar.  Obtén asesoría Ya sea que descargues una aplicación para monitorear y planificar tus finanzas, o te acerques con un asesor que te ayude a ordenar tus gastos de manera personalizada, cumplir con tus objetivos de ahorro te será mucho más sencillo si pides ayuda. ct