“Es un gimnasio financiero (…), la lógica que existe es ayudarte a cumplir las metas que tú te planteaste. Te ayudan a planear un plan de pagos y te obligan a cumplirlos” refiere Freddy Domínguez, cofundador de ComparaGuru.com.No tienen ninguna función de prestamista, ni pagarán tus obligaciones. En realidad, te acompañan en la reestructuración del monto que debes, para que tú mismo ahorres y pagues tus obligaciones. En teoría, una reparadora tiene las siguientes funciones:
- Te asesoran en materia legal y financiera; ponderan tus ingresos, egresos y deudas y crean un esquema para que puedas ir liquidando tus obligaciones.
- Negocian con las entidades acreedoras la reestructuración de tu deuda.
- Lidian con los despachos de cobranza, por lo que ya no recibirás estas llamadas, de amables a amenazantes, en tu teléfono particular.

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“El principal problema que vemos con estas empresas son los plazos forzosos. Con todas tienes que firmar un contrato donde te tienes que quedar con ellos determinado número de meses, 12, 18, 20; (…) a pesar de que el banco permita una renegociación de tu deuda antes de este plazo”, subraya González.El problema es que si la persona no puede pagar esa mensualidad la penalizan, se endeuda más, destaca. Javier Ruiz aclara en este punto que en el caso de Cura Deuda, el contrato que se hace se puede cancelar en el momento que el cliente quiera y se le cobra una penalización de 2,000. ¿Y el Buró de Crédito? Una cosa que debes tener clara es que estas empresas no pueden borrar la mala nota que te dejará una quita en el Buró de Crédito. Buscarán reducir tu deuda, pero al finalizar tus pagos estarás en el Buró con la advertencia de que liquidaste tu cuenta con un descuento. Esto con una clave ’97’. Aunque, sí te pueden ayudar a conseguir otro crédito para recuperar poco a poco tu buen historial. No obstante, los expertos coinciden en que siempre es mejor salir con una con quita en el historial crediticio, que con quebranto -no haber pagado nunca la deuda. Al pasar un tiempo (seis años), esta marca se eliminará y puedes volver a adquirir un crédito.
“La banca tradicional, en el momento que hay un solo quebranto en la línea de cuentas, ya no presta, con quita no es tan determinante el problema”, destaca Freddy Domínguez.Cuidado con las empresas hechizas En páginas de Facebook y Twitter existen alusiones a servicios que te ofrecen este servicio de reestructuración de deuda. Un hecho sobre el que la Condusef ya ha hecho advertencias. La Profeco también ha advertido sobre ellas y refieren lo mismo, las reparadoras de crédito son figuras que no están reguladas por las autoridades financieras, razón por la que éstas no podrán ayudarte si contratas estos servicios y eres víctima de un fraude. En otros países existen regulaciones para este tipo de figuras, en México esto aún es un debate. El tema aquí, coinciden los entrevistados, es el riesgo que representan todas esas “empresas” pirata que ofrecen el servicio. Las autoridades y los expertos recomiendan:
- Si una reparadora te solicita dinero en efectivo o hacer depósitos en una cuenta personal sin haber resuelto nada todavía, es factible que se trate de un fraude.
- Nunca des dinero por adelantado, ya que te arriesgas a que no arreglen tu problema.
- En caso de incumplimiento en el contrato que firmes, difícilmente encontrarás una institución gubernamental que pueda ayudarte a presentar una demanda, ya que no se encuentran reguladas.
- No creas todo lo que te dicen, muchas reparadoras ofrecen reducciones milagrosas en tus adeudos, pero ninguno te las puede garantizar.
- En caso de que quieras mantenerte al margen de alguna calificación con quita en el Buró de Crédito, es recomendable que hables con la entidad financiera y se comprometan a reestructurar la deuda completa.
- Si consideras que tú sólo no puedes seguir un plan para pagar tus deudas o no sabes cómo, las reparadoras de crédito pueden ser un buen acompañamiento.
- Evalúa las causas que te llevaron a un endeudamiento y evita volver a caer en esta situación.
- Si terminas de saldar una deuda, asesórate para no adquirir un nuevo compromiso, al menos no de manera irresponsable.
- No comprometas más de 30% de tus ingresos en deudas.