Tener control de los datos financieros y de su identidad en internet es uno de las mayores preocupaciones hoy en día, no sólo implica que vendan su información para después ofrecerle servicios y productos que usted no ha solicitado, sino también puede perjudicar a su bolsillo. De ahí que la ciberseguridad se vuelva el tema para autoridades, bancos y usuarios de servicios financieros. Este año, el sistema financiero en México ha tenido un par de ataques de grandes dimensiones, en particular al Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) que afectó las transacciones de varios usuarios.  El primer episodio se dio hacia finales de abril de este año contra varias instituciones bancarias; y otro más a finales de octubre a la aseguradora AXA. Que este sistema sea blanco de los grandes ciberataques se debe a las grandes cantidades de dinero que se intercambian a través de esta red. Tan sólo en los cinco días que van de noviembre, se han realizado 4,755 operaciones a través del SPEI, por un monto de 1,348 millones de pesos. Pero el problema de la ciberseguridad no es algo que sólo atañe a las grandes instituciones bancarias, de acuerdo con lo reportado por Symantec México, al cierre del 2017 se registró que los  incidentes de ciberseguridad en el país sumaron 7,700 millones de dólares en perdidas y aproximadamente 33 millones de ciudadanos fueron afectados. Las cifras de la Estrategia Nacional de Ciberseguridad del gobierno federal son más conservadoras, indican que cada año 22 millones de personas son afectadas por diversos delitos o fraudes cibernéticos y ello se traduce en un costo de hasta 5,000 millones de dólares. En este contexto, la encuesta Security Survey Global, realizada por MasterCard, indica que nueve de cada 10 mexicanos se preocupa por el acceso o el robo de su información financiera y personal en línea, el dato no las estafas a nivel mundial en e-commerce se han incrementado 5.5 por ciento en el primer trimestre de 2017 contra el mismo periodo de 2016. En ese contexto, caben destacar algunos consejos para tener a salvo la información personal y financiera. Primero, nunca se debe dar el número de su tarjeta a personas que le llaman de alguna entidad financiera, ya que su banco no utilizará este mecanismo para pedir esta información, tampoco lo harán a través de un correo, así que si en su bandeja de entrada encuentra información de este tipo, bórrela de inmediato y no acceda a ninguno de los links que ahí aparecen. Si alguna vez se recibe un correo donde se ofrece algún servicio dando click a un enlace o descargando un archivo no lo abra. Evite o de plano no utilice sus servicios bancarios ni haga transferencias en redes de internet públicas. Y, por otro lado, constate que la página de internet en la que está navegando sea segura. Esta debe contercer al inicio un “https://”, la clave está en esa s del final que representa un protocolo de seguridad y certificación.     do