Los problemas de salud mental están extendidos en todo el mundo, de hecho, cerca de tres de cada 10 empleados reportan que han sufrido estrés severo, ansiedad o depresión, según Willis Towers Watson, empresa de gestión de riesgos, corretaje de seguros y asesoría.
De acuerdo con la compañía británica, una persona con problemas económicos tiene una mayor probabilidad de tener ansiedad y tensión nerviosa permanentes, y dedica, en promedio, al menos 13 horas al mes a pensar en ese tipo de problemas.
En el caso de México, la firma estima que los problemas financieros afectan a 31.7 millones de trabajadores en el país, que están expuestos a estos riesgos de salud mental.
Sobre esto, Sofía González, Business Head de Creditas en México, mencionó que “caer en impago, o simplemente el miedo a no poder cumplir con los compromisos financieros, genera una importante carga emocional”, lo que puede manifestarse en niveles elevados de estrés o frustración, e incluso síntomas físicos como insomnio, cansancio y falta de concentración.
“Una gran proporción de los usuarios que se acercan a Creditas a solicitar un préstamo, lo hacen con la intención de cubrir o reestructurar sus deudas actuales; con el ánimo de encontrar un respiro a través de un descuento en el monto adeudado, una ampliación de plazos, o una reducción de tasa de interés.”, aseveró
La directiva añadió que otros aspectos negativos que surgen frecuentemente en las personas con deudas que se salen de control son miedo, vergüenza y mal humor, ello, no sólo por la carga emocional del incumplimiento y la incertidumbre de no encontrar una solución, sino también por las prácticas agresivas de cobranza que, lamentablemente, aún están presentes en el país.
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“Una situación de sobre-endeudamiento puede también provocar aislamiento social, lo que puede derivar en la pérdida de relaciones personales y exacerbar el estrés emocional”, advirtió González.
Considerando lo anterior, Creditas hizo una serie de recomendaciones para lograr un correcto manejo de estrés relacionado con deudas:
- Tu pago mensual de deuda no debería de superar un 30 o 40% de tus ingresos netos, para poder hacer frente a los gastos recurrentes y mantener un colchón para emergencias. Al romperse este equilibrio, es más probable que puedas caer en morosidad.
- Es importante una planeación adecuada, no sólo para prevenir, sino también para tomar control y salir de esta situación. El primer paso es no incrementar tus deudas, y tener un panorama realista de tu capacidad de pago y del estatus de tu deuda. Con esto, puedes destinar un porcentaje de tus ingresos al pago de las deudas actuales, o explorar la opción de intercambiarlas por opciones con mejores condiciones.
- Considera alternativas de reestructura. Puedes solicitar un préstamo con garantía, donde tu auto o tu casa pueden ser usados como respaldo. Como estas herramientas implican menos riesgos para las entidades, pueden ofrecer condiciones más favorables, tasas más competitivas y plazos mucho más cómodos, de acuerdo a tu perfil personal.
“Los préstamos con garantía son una excelente opción para consolidar grandes deudas y retomar el control de la vida financiera. Una garantía brinda acceso a condiciones más competitivas, como tasas bajas o plazos más cómodos. Otra ventaja para el deudor es que consolida un solo pago mensual, en lugar de tener 3 ó 4 distintos. Además, muchos acreedores de deudas morosas están dispuestos a negociar un descuento de capital si se prepaga la deuda por completo”, destacó González.
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