Una vez más las lluvias inundan a los habitantes de la Ciudad y Estado de México, que pese a ser localidades en el centro del país, viven los efectos de huracanes, ciclones y depresiones tropicales, con fuertes lluvias que inundan calles, llenan presas y desbordan ríos. Estas condiciones climáticas llevan a un incremento de entre 15 y 20% en los accidentes viales, los motivos pueden ser humanos, fallas del automotor, las condiciones climáticas o del camino, según información del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI). Basta ver la aplicación de Google Maps o de Waze en presencia de lluvia para ver los caminos en color rojo, que indican tránsito intenso, y múltiples puntos amarillos o colorados, alertando de accidentes o incidentes viales. Para prevenirlos hay tres factores clave que son el tener una conducción responsable, que el vehículo sea seguro y prever las condiciones del camino y del clima, destaca la aseguradora GNP.
“Estos pilares tienen el objetivo de reducir los accidentes de tránsito atribuibles a acciones de los conductores que representan cerca del 90% del total de accidentes viales” comentó Manuel López, Director de Siniestros Autos de GNP Seguros.
Protégete del riesgo financiero
La precaución resulta vital cuando el costo financiero de un accidente vehicular puede ser desde unos cientos de pesos, por un “choque laminero”, miles por pérdida total del vehículo o millones, cuando hay alguna lesión que ponga en riesgo o cobre la vida de un tercero o de nuestra persona. De acuerdo con datos de GNP al primer cuatrimestre del presente año ya suman cerca de 200,000 reportes de uso del seguro de auto a la compañía, por un monto superior a los 2,700 millones de pesos (mdp), lo que representa 35% de los siniestros reportados en 2016 y 34% más en el monto pagado durante el año anterior. Ante esto, es fundamental que contrates un seguro, o bien, revises que está vigente; de paso, revisa que la cobertura ampare los daños que pueden derivar de las lluvias, huracanes, golpe de mar, granizo, vientos tempestuosos y más fenómenos hidrometeorológicos que ponen en riesgo al país. Cabe recordar que de acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), en la Ciudad de México, donde es obligatorio contar con seguro, al menos de daños a terceros, sólo 1 de cada 2 vehículos la tiene, en el estado de México (donde no es obligatorio) es 1 de cada 5 y a nivel nacional 1 de cada 3.  
No te inundes
En la Ciudad de México, a partir de 35 milímetros de precipitación, hay encharcamientos, con más cantidad de lluvia hay anegaciones, en algunos casos tan profundos que el agua puede cubrir a un vehículo, como se vio en los eventos del pasado mes de mayo y junio. Si debes conducir en presencia de lluvia, procura elegir rutas alternas, donde no haya encharcamientos mayores, de no ser posible, cruza muy despacio y al salir del agua presiona varias veces el pedal del freno para secar este dispositivo y así recuperar más rápido la capacidad de frenado, explican los especialistas de GNP. Si vas a pasar por un charco, procura que no sea de más de medio metro de altura, de lo contrario podrías causar daños mayores en el vehículo. En caso de quedarte en una inundación, no trates de prender el vehículo, de moverlo; tampoco seas “intrépido” al pasar por zonas muy inundadas, no sabes si debajo hay un vado, hoyo o hasta socavón. Recuerda que no todos los seguros amparan los daños hidrometeorológicos y, en caso de que lo hagan, la póliza se puede invalidar si el daño no lo causa el conductor. Esto se conoce como “agravación del riesgo”. Una vez que estés seguro, debes llamar a la compañía de seguros, de preferencia con el número de póliza, sino, te harán algunas preguntas para identificar que sí eres el contratante y no se trata de un fraude. Cuando el ajustador pueda llegar al lugar, levantará el acta de hechos y, el trámite procederá con la compañía aseguradora. TE PUEDE INTERESAR: QUE LAS LLUVIAS NO “AHOGUEN” TU CARRO Recomendaciones al conducir La aseguradora GNP recomienda prevenir estos incidentes al hacer una conducción responsable, con atención completa al camino, respeto por los límites de velocidad y los señalamientos viales, además de verificar que las condiciones mecánicas del automóvil sean óptimas. Igual de importante es conocer cómo reaccionar al volante cuando hay lluvia, ya que no responde de la misma forma que en condiciones climáticas “normales”, o bien de calor extremo o sequía. Ante le pérdida de tracción en las llantas, que se ocasiona por la combinación de lluvia con aceite o gasolina que dejan los vehículos en el pavimento, la recomendación es bajar la velocidad, mantener el doble de distancia al frenado y hacerlo despacio, para evitar que las llantas se bloqueen. ¿Has sentido que el coche ‘se patina’? Se llama hidroplaneación, ocurre cuando las llantas pierden contacto con el asfalto y flotan sobre una película de agua, se puede perder la dirección y control en el frenado del auto. Para prevenir este fenómeno, necesitas revisar que las llantas tengan la presión de aire adecuada para ciudad o carretera, según sea el caso. En condiciones de lluvia o encharcamientos debes reducir la velocidad, desacelerar y procurar mantenerte en el mismo carril. Cuando la lluvia es intensa la visibilidad disminuye, incluso puede ser nula. Maneja siempre con las luces encendidas, aunque sea de día, tal vez tu veas bien, pero otro conductor podría no tener la misma visibilidad que tú. Si la lluvia es muy fuerte, prende también las intermitentes, y siempre que cambies de carril, marca tu movimiento al hacer uso de las direccionales, explican los expertos. TE PUEDE INTERESAR: ASEGURADORAS DE VIDA Y AUTOS REPROBADAS POR LA CONFUSEF JAM