“El factor clave detrás de la decisión de afirmar la calificación de México es una disminución notoria en el riesgo de que se materialicen pasivos contingentes que provienen de Pemex en comparación con lo contemplado cuando tuvo lugar nuestra última acción de calificación. Adicionalmente, las autoridades han logrado avances estructurales en su programa de consolidación fiscal a pesar de un débil desempeño económico”, explicó en su comunicado.En cuanto a la decisión de mantener la perspectiva ‘negativa’, refleja la preocupación de que choques externos provenientes de cambios en las políticas comerciales de Estados Unidos tengan un impacto negativo en la actividad económica que llegara a afectar el proceso de consolidación fiscal.