Confía en que la nota crediticia de México mejorará en próximos años La confirmación de la calificación de México por parte de Moody’s “es una señal muy importante” de que el país está haciendo buenos esfuerzos a nivel fiscal, destacó el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens. Tras recibir la Medalla Relaciones Internacionales 2016 por parte de la Universidad Anáhuac, dijo que “es un paso muy positivo” que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público esté buscando un superávit primario este año, por primera vez desde 2008, sin contar con el remanente del Banxico. En entrevista, el banquero central confió en que se mantendrá la calificación soberana de México y “espero que no tengan que pasar muchos años para que se mejore”. Sobre el comportamiento reciente del tipo de cambio, consideró importante dejar pasar esta semana para tener una noción de cómo se van a encaminar las negociaciones del Tratado de Libre Comercio. No obstante, reiteró que México tiene fundamentos económicos sanos, “si uno hace un análisis detallado, el peso está subvaluado, entonces hay que tener confianza en el valor de nuestra moneda”. En cuanto al posible impacto en México del plan fiscal de Estados Unidos, que entre otras cosas pretende bajar de 35 a 15 por ciento el Impuesto sobre la Renta corporativo, Carstens preciso que hasta ahora solo es un esbozo.
“Como siempre, el diablo está en los detalles, y en este caso, los detalles son muy importantes, entonces hay que ver cómo se aterriza ese plan, que hasta ahorita nada más conocemos los grandes lineamientos”, añadió.
Carstens opinó que a 23 años de existencia del TLCAN entre México, Estados Unidos y Canadá, hay que modernizarlo y “darle una dimensión humana”. En esta modernización del TLCAN, hay que introducir nuevos beneficios para los habitantes de tres naciones que lo integran, darle dimensión humana y atender a aquellos que se han quedado atrás en la carrera de progreso tecnológico y competencia que traer la globalización. Esto, porque hay un sentimiento de malestar económico que ha surgido en algunos sectores de la población y, en especial, en el seno de lo que suele llamarse economías avanzadas o altamente industrializadas. Ante los síntomas de malestar y temor frente a la apertura comercial, consideró Carstens, la solución no es retroceder a esquemas de desarrollo autárquico que ya han demostrado en la historia su ineficiencia y sus tremendas limitaciones. La solución, subrayó es “encender nuevas luces, abrir nuevas vetas de progreso y cuidar, con inteligencia, que los beneficios de la globalización y del avance tecnológico sean cada día más incluyentes y más extendidos en todo el planeta”.