Sin plan contra riesgos 51% de las empresas mexicanas: KPMG
Ante la falta de control de riesgos, las empresas han perdido más de 5 millones de pesos.
En México, 91% directivos de empresas reconocieron haber enfrentado la materialización de algún tipo de riesgo en su organización; sin embargo, menos de la mitad de las empresas, es decir, 49% cuentan con algún tipo de metodología de gestión de riesgos dentro de las áreas operativas, legales, tecnológicas o financieras.
De acuerdo con la primera Encuesta sobre Gobierno, Riesgo y Cumplimiento: gestionando el control, realizada por KPMG en México, situación refleja la vulnerabilidad en la que viven las compañías mexicanas y la forma en que afrontan los principales riesgos del mercado.
“Los resultados de nuestra encuesta indican que los riesgos de negocio se materializan con mayor frecuencia pero, en paralelo, los líderes de negocio no se sienten lo suficientemente preparados para enfrentarlos. Adicionalmente, la encuesta identifica que los impactos de la materialización de estos riesgos han representado pérdidas económicas para las empresas y que, a pesar de que la regulación cada vez es más demandante, en los procesos y procedimientos empresariales aún falta madurez”, comenta Eduardo Cocina, Socio Líder de Asesoría en Servicios de Ciberseguridad de KPMG en México.
El estudio reunió la respuesta de 78 responsables de actividades de cumplimiento en las empresas en México (2017) y fue dirigida a todos los sectores de las industrias para medir el nivel de madurez de sus marcos de control en cinco fases: definición de un ambiente de control, evaluación de riesgos, actividades de control, información y comunicación; y finalmente, supervisión y seguimiento.
Principales resultados
Algunos de los resultados más destacados del estudio son: 91% de los encuestados reconocieron haber enfrentado la materialización de algún riesgo durante los 12 meses, entre los que destacan 17% reportes por fraude por parte de proveedores, empleados o clientes, 29% por conflictos de segregación de funciones, 13% por violación a políticas o reglas de negocio.
Del universo encuestado, 67% de los entrevistados reconocieron haber tenido pérdidas económicas por la materialización de riesgos. De estos, 15% reportó pérdidas mayores a 5 millones de pesos y, 29% de los encuestados señaló desconocer el monto total que representó para su empresa la materialización de algún riesgo empresarial.
Además, 49% de las organizaciones cuentan con algún tipo de metodología de gestión de riesgos dentro de las áreas operativas, legales, tecnológicas o financieras. Por otro lado, 51% indicó que aún se encuentra en vías de establecer una metodología o estrategia, o que no cuenta con alguna.
El enemigo en casa
Es cada vez más frecuente que los protagonistas de comportamientos fraudulentos sean los empleados, proveedores e incluso clientes que forman parte de los procesos de negocio de una compañía, reveló la encuesta de la consultora global.
Los resultados de la encuesta revelan que uno de los componentes que consideran las empresas que representa mayor riesgo al ejecutar sus funciones dentro de las operaciones del negocio es la colusión de empleados, clientes y proveedores/acreedores con 31%. A este elemento, le sigue los empleados con 26%, y en tercer sitio está la tecnología, con 20%.
Esto confirma que el componente humano es el eslabón más débil de la cadena, por lo que requiere una constante concientización sobre los conceptos de riesgos, controles y seguridad cibernética.
“Es de suma importancia tener identificadas las posiciones clave dentro de la empresa para mantener ciertos controles manuales o automáticos para el monitoreo de las actividades, así como la identificación de riesgos. Pero si 8 de cada 10 de los encuestados tienen conocimiento de las posiciones más susceptibles dentro de las organizaciones, ¿por qué siguen materializándose los riesgos?”, indica Eduardo Cocina.
En la actualidad, las organizaciones están expuestas a múltiples riesgos con el potencial de comprometer su crecimiento, poner en entredicho la viabilidad del negocio y desacelerar la generación de valor.
Para balancearlos, es vital que las empresas y sus directivos tengan una actitud proactiva, para evitar que los riesgos se conviertan en una realidad compleja y existan pérdidas económicas.
“Aprender a gestionar el control es una alternativa de solución; contar con metodologías de gestión de riesgo y marcos de control, apoyados en herramientas tecnológicas que soporten los procesos y procedimientos de monitoreo permite que el negocio opere de forma preventiva ante pérdidas económicas que impacten a la organización”, concluye Eduardo Cocina.
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