El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que este 26 de septiembre es un “día de luto nacional”, al cumplirse ocho años de los hechos de violencia en los que desaparecieron y fallecieron 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, también conocida como escuela de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero.
En su conferencia de prensa de todas las mañanas, el mandatario reiteró este lunes su compromiso por hacer justicia a los padres y familiares de los jóvenes y para deslindar las responsabilidades que correspondan.
“Este es un día de luto nacional, porque se conmemoran ocho años de la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa y ya se ha informado que vamos a continuar con la investigación que se ha avanzado. Se está rompiendo el pacto de silencio y de impunidad (…) Un abrazo a los papás, a las mamás de los jóvenes, hay como es natural, como es lógico, muchos intereses en juego”, dijo López Obrador esta mañana.
La efeméride sobre los hechos de Iguala se presenta en un momento en el que la investigación ha sido objeto de controversia social y política, primero con la presentación de un nuevo informe oficial –a fines de agosto pasado— que pretende tirar por tierra la “verdad histórica” que difundió el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, y cuyo contenido habla de un “crimen de Estado”, con la participación por acción u omisión, de autoridades locales y federales, y de elementos del Ejército Mexicano.
Pero el caso de los 43 jóvenes normalistas ha dado un nuevo vuelco el fin de semana pasado –la víspera del aniversario— con la difusión de una serie de filtraciones a la prensa, sobre la cancelación de unas 21 órdenes de aprehensión de sujetos relacionados con los hechos, y también la revelación de una parte del reporte oficial con datos más precisos de nombres, fechas, lugares y descripciones sobre cómo desaparecieron los estudiantes la noche del 26 de septiembre de 2014.
En este documento, sin censura o sin testar, se menciona que el gobierno de Peña Nieto propuso en su momento al entonces presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, que se declarara culpable como autor intelectual y que después sería liberado para ocultarse fuera del país. También se identifica a un jefe militar de haber ordenado la muerte de seis estudiantes que todavía permanecían vivos después del día de los hechos.
Ante el revuelo que han causado estas filtraciones, el mandatario insistió en que su gobierno llegará hasta las últimas consecuencias en las investigaciones del caso, para esclarecerlos y sancionar a los culpables. El mandatario no abundó sobre el origen de las filtraciones de información a la prensa; como en otras situaciones, señaló a terceras personas de querer hacer fracasar a su administración.
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“Hay quienes no quieren que se conozca lo que sucedió, tampoco que se castigue a los responsables. Hay quienes quisieran que nosotros falláramos, que no cumpliéramos nuestro compromiso de justicia. Hay quienes se benefician de administrar conflictos y tampoco quieren, aunque parezca increíble, que se resuelvan los problemas”, dijo el mandatario.
En este sentido, López Obrador se dirigió a los padres y familiares de los 43 jóvenes y a las organizaciones sociales que simpatizan con la causa para que, en las manifestaciones de protesta que realizarán este lunes, las hagan de manera pacífica, “sin caer en provocaciones”.
“Ellos (los enemigos del régimen) quieren vivir del conflicto y de la manipulación, muchos de los que ahora están en contra nuestra, mientras nosotros estábamos luchando para transformar al país (…) Lo único es evitar la violencia, porque no es nuevo, ya llevamos años practicando la no violencia en nuestra lucha por la justicia”, concluyó el mandatario.
GC