La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) desmintió las versiones en el sentido de que el contrato de compra de vacunas de la farmacéutica china CanSino contra el Covid-19 hubiese presentado irregularidades, como la participación de una empresa “fantasma” en la transacción y el hecho de que se hubiera elegido una jurisdicción extranjera –Singapur— para regular el contrato.
Una revisión del contrato de compra firmado por el gobierno de México dejó ver que la operación de compraventa de las inmunizaciones fue firmada por tres participantes: el gobierno de México, CanSino Biologics y Latam Pharma Innovative Ventures, según un reporte de la televisora Univisión.
Según la investigación, la compañía Latam Pharma Innovative Ventures fue una empresa que se creó el 10 de diciembre de 2020 en Zug, Suiza, mientras que fue registrada ante las autoridades de ese país el 22 de ese mismo mes. Sin embargo, el contrato de las vacunas tiene como fecha el 8 de diciembre de 2020, es decir días antes de que la compañía existiera formalmente, lo que hace suponer que se trata de una empresa “fantasma”.
Asimismo, el contrato que ampara la adquisición de 35 millones de dosis de las inmunizaciones de CanSino se concretó bajo las leyes de Singapur, una región geográfica que no se relaciona con ninguna de las partes que intervinieron.
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Al respecto, la SRE publicó esta noche un comunicado en el que desmiente estos señalamientos, al explicar en primer lugar que el gobierno mexicano tomó la decisión de comprar las vacunas anticovid de CanSino, porque su producto –como el de Pfizer y el de AstraZeneca— era uno de los más avanzados al momento de hacer los contratos con las compañías farmacéuticas.
También recordó que el acuerdo con CanSino consistió en exportar el suero de la vacuna a México para que fuera envasado y empaquetado en territorio nacional, un mecanismo que permitió agilizar el proceso de compra de las inmunizaciones y su distribución en el país.
La SRE destacó que CanSino carece de representación legal en México, además de que carece de una empresa “afiliada o simil” en México, con la cual pudiera realizar el proceso de envasado.
En este sentido, la SRE dijo que fue la misma farmacéutica china la que eligió a la compañía Drugmex para realizar el envasado en México y que también CanSino eligió a Latam Pharma para tener su representación legal en el país, “sin intervención de autoridad alguna del gobierno de México”.
“El contrato es tripartito entre el gobierno de México, CanSino Biologics y Latam Pharma. Dicho proceso jurídico se realizó con base en restricciones de regulación y decisiones de negocio de la empresa CanSino Biologics y tuvo los vistos buenos y acuerdo de todas las áreas competentes adquirientes de la administración pública federal, incluyendo las sanitarias y financieras”, aseguró la cancillería en su comunicado.
Sobre la selección de Singapur como sede territorial del contrato, la SRE solo mencionó que las partes “conciliaron un espacio cuya jurisdicción brindara certidumbre jurídica a los firmantes”, lo cual “es usual en transacciones internacionales de esta magnitud”.
La cancillería –que encabeza Marcelo Ebrard Casaubón— aseguró que el gobierno federal “ha actuado con la mayor transparencia posible dentro del marco que permiten las condiciones de confidencialidad con las que se han firmado la gran mayoría de los acuerdos de adquisición de vacunas en el mundo”.
GC