México vive una emergencia de salud por el “incremento histórico” de la diabetes, atribuible al consumo de bebidas azucaradas, ya que en 23 años la incidencia de diabetes entre la población adulta prácticamente se ha triplicado.

En el año 2000, se contabilizaban 5.3 millones de adultos enfermos de diabetes, cifra que aumentó a 14.6 millones de personas en el año 2023, informaron Paulina Magaña y Jorge Vargas, voceros de la organización El Poder del Consumidor.

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Lo anterior indica que en el año 2000, los adultos con diabetes representaban un segmento de 10.7% de la población mayor de edad, mientras que en 2023 esa proporción creció a 18.3%, informaron los expertos con base en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2023.

En conferencia de prensa, que se transmitió vía remota, Paulina Magaña y Jorge Vargas señalaron directamente a las bebidas azucaradas como una de las causas principales de la diabetes y de enfermedades cardiovasculares entre los mexicanos. 

Entre las bebidas azucaradas se consideran bebidas no lácteas como refrescos, jugos y néctares de frutas y agua saborisada.

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Actualmente, un mexicano común consume 163 litros de de bebidas azucaradas al año, equivalente a 450 mililitros diarios o bien 38 gramos de azúcar, lo que contraviene las recomendaciones internacionales.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que idealmente, la dieta de un ser humano no debe sobrepasar un límite de 10% de sus alimentos procedentes de alimentos ultraprocesados y 22.5 gramos de azúcares diarios.

Un poco más laxos, la ingesta de azúcares de un ser humano no debe pasar de máximo 45 gramos diarios.

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Pero en el caso de México, existen regiones geográficas, con escasez de agua potable para la población, donde los refrescos son la principal fuente de hidratación de las familias. 

Así en Yucatán, la ingesta per cápita es de 240 litros anuales de bebidas azucaradas, equivalente a 660 mililitros diarios, superior al promedio nacional de 450 mililitros diarios; mientras que en Chiapas, el consumo por persona es de 800 litros diarios de bebidas azucaradas, es decir, dos litros diarios o 165 gramos de azúcar.

En paralelo, el sector de la salud ha elevado el gasto público en la atención de diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares.

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En 2022, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) gastó 50,000 millones de pesos (mdp) en atención de la diabetes, 5,000 mdp en la hipertensión y 21,000 mdp para atender las enfermadas renales, lo cual genera presiones para las finanzas públicas.

Por lo pronto, El Poder del Consumidor presentó un recurso ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para declarar a las bebidas azucaradas como un producto de riesgo sanitario.

Con esta declaratoria, el organismo público tendrá que emitir una alerta sanitaria en la que prevenga a la población sobre los riesgos para la salud por el consumo de las bebidas endulzadas.

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Asimismo, la organización solicita a Cofepris que instruya al gobierno federal a no hacer compras de bebidas azucaradas, en congruencia con las recomendaciones de salud.

Paulina Magana y Jorge Vargas manifestaron su confianza en que la Comisión acepte la solicitud de declarar a los refrescos y bebidas similares como productos de riesgo para la salud, en aras de reforzar las políticas de prevención de la comida “chatarra” que ha emprendido el gobierno federal.

GC