Después de aclarar que no piensa reelegirse y que su esposa Beatriz Gutiérrez Müller tampoco se postulará a la primera magistratura del país, el presidente Andrés Manuel López Obrador definió su programa de gobierno y sus fundamentos políticos, económicos y sociales como “humanismo mexicano”.
En la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México, el espacio público más importante del país, el mandatario dirigió un mensaje con motivo de los cuatro años de haber protestado al cargo, acto que se ha prolongó por más de una hora y media.

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A su llegada a la plaza del también llamado Zócalo capitalino, el mandatario fue ovacionado y aclaró que no piensa reelegirse, porque se considera seguidor de Francisco I Madero, quien impulsó la Revolución Mexicana con el lema “sufragio efectivo no reelección”.
López Obrador también aclaró que su esposa Beatriz no se propondrá como candidata para sucederlo en el cargo y pidió disculpas por tener que hacer este comentario.
Después de hacer un largo recuento de los logros alcanzados en los cuatro años de su gestión, el mandatario cerró su mensaje con una definición del plan de gobierno y de su proyecto de nación, el cual llamó “humanismo mexicano”.
“Cuando lo fundamental son los hechos, de no deja de importar cómo definir en el terreno teórico el modelo de gobierno que estamos aplicando. Mi propuesta será o sería llamarle humanismo mexicano”, dijo López Obrador, ante una plaza llena como en sus viejas épocas como político de oposición.
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Para marcar una diferencia con el proyecto de nación de los gobiernos pasados, que ha denominado como “neoliberalismo”, el mandatario expuso que el “humanismo mexicano” se distingue por aspirar a una distribución equitativa de la riqueza, porque “un progreso sin justicia es retroceso”.
López Obrador criticó la “obsesión neoliberal” de medir el crecimiento con base en indicadores que “no reflejan las realidades sociales” y destacó que “lo fundamental no es cuantitativo sino cualitativo”, de modo que “no basta el crecimiento económico”, sino que es preciso “garantizar la justicia.
También dijo que otros de los principios del “humanismo mexicano” son el combate a la corrupción y la eliminación de los privilegios.
En lo político, López Obrador dijo que la ideología de su gobierno reconoce la importancia de la libertad y de la capacidad de organización del pueblo, porque “el derrotismo” es inaceptable.
GC