El avión presidencial, que ha intentado vender el gobierno federal desde inicios de la presente administración, puede que haya encontrado finalmente un comprador.
Se trata de la nave TP01 Boeing 787, que adquirió el expresidente Felipe Calderón Hinojosa, que utilizó en su mandato el expresidente Enrique Peña Nieto, pero que rechazó utilizar el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, al considerarla como un símbolo del “dispendio” y del “desfalco” a la nación en los gobiernos anteriores.
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“Se está viendo, hay la posibilidad de que se venda. No puedo decir más, solo que al obtenerse ese recurso, se va a destinar para dos hospitales: uno en Tlapa, en la montaña de Guerrero, que es la zona más pobre del país, y otro en Tuxtepec, Oaxaca”, comentó López Obrador.
En su conferencia de prensa de todas las mañanas, el mandatario hizo ver este jueves que la negociación está avanzada, al negarse a proporcionar detalles sobre el posible comprador y el costo que tendrá la nave, y solo respondió que no podía “hablar más”.
“Hay un acuerdo, se está viendo, pero todavía no sé si ya se firmó”, agregó el mandatario.
En redes sociales comenzaron a circular versiones en el sentido de que el gobierno mexicano ha encontrado un comprador para el avión presidencial.
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Según estos trascendidos, el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) presuntamente ya alcanzó un acuerdo con el gobierno de la República de Tayikistán, un país ubicado en el continente Asiático.
Como se recordará, el avión presidencial “se rifó” en un sorteo de la Lotería Nacional en septiembre de 2020; sin embargo, los ganadores de los boletos del sorteo no se quedaron con el avión, sino que el premio iba a consistir en recibir dinero en efecto.
Actualmente, la nave se encuentra bajo resguardo de las fuerzas armadas.
GC