Viene una fuerte recomendación de la Comisión Antimonopolios para el sector energético que avanza en el proceso de apertura en el eslabón final de la cadena; en el que participará el sector privado para importar, comprar y vender gasolina y diésel al público consumidor. Sin rodeos, el órgano regulador de la competencia en México dice enfáticamente: hay que desaparecer por completo la estructura monopólica que privó durante años para Petróleos Mexicanos, antes de que se libere el precio de la gasolina y el diésel. Hay obstáculos a la competencia en los mercados de gasolina y diésel; el gobierno mexicano debe eliminarlos antes de realizar la liberación de los precios de esos energéticos para su venta al público, prevista para el primero de enero del año 2018. La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) que preside Alejandra Palacios advierte que la reforma energética debe sustentarse en el funcionamiento eficiente de los mercados liberados. Propone a las instancias gubernamentales, relacionadas con la apertura del mercado energético, 5 medidas concretas para lograrlo: 1.- Revisar y modificar el actual sistema de precio administrado, integrado por un precio máximo de venta al público y una banda de precios para incentivar la importación y comercialización de los agentes económicos distintos a Pemex. 2.- Definir las responsabilidad para el caso de robos de combustibles en ductos. 3.- Homologar las normas oficiales sobre calidad de gasolinas con los estándares internacionales aplicables en los mercados de referencia (Estados Unidos y Europa), a fin de promover la importación y fungibilidad de dichos productos; 4.- Garantizar que todos los contratos de suministro, franquicia y comercialización (vigentes y futuros) entre Pemex y las estaciones de servicio, sean compatibles con el régimen jurídico vigente y no impidan la movilidad hacia fuentes alternativas de abasto o modelos independientes, y 5.- Eliminar restricciones locales que limitan abasto y otorgan ventajas indebidas, por ejemplo, requisitos de distancias mínimas entre estaciones de servicio o de superficies mínimas no sustentadas en razones de seguridad para su construcción. Este lunes por la tarde, la Comisión Federal de Competencia Económica dará a conocer un extenso trabajo de 60 páginas titulado: Transición hacia mercados competidos de gasolina y diésel en el que identifica una serie de obstáculos a la competencia en los mercados de estos energéticos. En consecuencia, envía recomendaciones para la adopción de medidas regulatorias y de política pública pro competencia a las Secretarías de Hacienda y Crédito Público, Energía, Economía, Comunicaciones y Transportes; la Comisión Reguladora de Energía; la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos, así como Petróleos Mexicanos. La Cofece busca desde ahora, con la acción coordinada de las distintas instancias de gobierno, se envíen señales correctas de precios para incentivar el desarrollo de infraestructura y garantizar el acceso abierto de la existente; promover fuentes de abasto diversas, fomentar la entrada y participación de agentes económicos en todas las actividades de la cadena productiva y evitar conductas anticompetitivas o fenómenos de concentración indebidos. La Comisión Antimonopolios hace bien en señalar los puntos débiles en el mercado de energéticos para que, desde el principio los cimientos del nuevo esquema de operación, sea competitivo y evite distorsiones que al final afecten a los consumidores. ¡Al tiempo!