La Agencia Federal de Medio Ambiente (UBA) informó sobre la detección de una cuarta fuga en los gasoductos rusos Nord Stream, que parece disipar cualquier otra opción que no sea un “sabotaje”, cuyo origen investigan las autoridades danesas y suecas, mientras Alemania evalúa los daños medioambientales en el Báltico.
En un comunicado, la UBA mencionó que los escapes de gas natural provocarán emisiones tóxicas por el equivalente de 7.5 millones de toneladas de CO2, basado en estimaciones sobre el volumen de gas acumulado en esas tuberías.
Ni el Nord Stream 1 ni el 2 estaban en servicio. El primero interrumpió los suministros hace semanas, al alegar Moscú problemas técnicos, mientras que el segundo nunca entró en funcionamiento, puesto que el canciller Olaf Scholz lo bloqueó a raíz del reconocimiento por Moscú de las autoproclamadas repúblicas separatistas del Donbás, en febrero.
Pero la condensación de gas en su interior permite estimar, según ese organismo, que en total se liberarán a la atmósfera 0.3 millones de toneladas de metano, considerado mucho más dañino que el CO2.
Cabe mencionar que una tonelada de metano provoca un calentamiento igual al de 25 toneladas de CO2, por un periodo calculado de 100 años.
La ministra alemana de Medioambiente, la verde Steffi Lemke, había avanzado ya el miércoles que la fugas no entrañan a peligros graves para el ecosistema marítimo, pero sí para la atmósfera.
La aparición ahora de las fugas ha desatado las acusaciones de sabotaje, desde los países afectados -Dinamarca y Suecia-, desde Alemania y resto de la Unión Europea (UE), así como Estados Unidos. Incluso Moscú utiliza ese término, aunque la búsqueda de autorías va en direcciones opuestas.
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La nueva fuga se suma a las tres detectadas entre el domingo y el lunes y está localizada en el segundo gasoducto, con lo que en total existen dos fugas en cada tubería, dos en la zona danesa y dos en la sueca, todas en aguas internacionales.
Según informó la Marina sueca, la cuarta tiene un tamaño mucho menor que las otras, lo que explica que no fuera detectada por las radares y que solo fuera descubierta cuando un barco de la guarda costera pasó junto a ella, aunque a efectos prácticos no altera la situación.
“No es necesario una nueva advertencia de navegación, ya que se encuentra entre dos fugas incluidas en el aviso ya en vigor”, declaró la jefa de operaciones de rescate de la Marina, Maria Boman.
Aunque las autoridades suecas han confirmado que se supo de su existencia el martes, ni la primera ministra, Magdalena Andersson, en una rueda de prensa ese mismo día, ni el jefe de la Guardia Costera, Johan Norrman, en otra comparecencia ayer la mencionaron, sino que siguieron hablando de tres fugas.
“Todavía tenemos que saber más de la dimensión de la cuarta fuga anunciada por las autoridades suecas. Pero esto subraya que las fuerzas que han intervenido son poderosas”, dijo hoy el ministro de Defensa danés, Morten Bødskov, durante una visita a la isla de Bornholm, cerca de la que se han localizado varias de las fugas.
(Con información de EFE)
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