La retórica de Trump ha tenido el efecto deseado sobre una mayoría republicana que comparten una historia y una coyuntura que no le ha favorecido, en comparación a otros sectores de la sociedad estadunidense. Haciendo uso del Cook Partisan Voting Index* (PVI) que mide en una escala numérica las preferencias partidistas de los 436 distritos electorales de Estados Unidos, a la par de las características que comparte la población de cada distrito, es posible ver por qué el discurso de Trump ha tenido tanto éxito. A pesar del corte conservador de la ideología del partido republicano, que históricamente se alinea con políticas que favorecen a grupos económicos de mayor poder adquisitivo, el 26.7 % de la población de 25 años o más en distritos catalogados como republicanos (de acuerdo al PVI) cuentan con estudios profesionales, mientras que 30.2 % de la población en distritos demócratas tienen ese grado de estudios. La mediana del ingreso anual por hogar también es mayor para distritos demócratas, ubicándose en 53,128 dólares, en contraste con 51,101 dólares en distritos republicanos. También existe un claro sesgo en el empleo por sector. Sólo el 9.09 % de los trabajadores en distritos demócratas laboran en el sector manufacturero, mientras que el 11.5 % de la población empleada en distritos republicanos labora en el sector de manufactura, por lo cual el deterioro de las condiciones salariales asociadas a este grupo, coincide con una población de preferencias electorales republicanas. No obstante, la tasa de desempleo en los distritos demócratas se ubica en 11.40 %*, por arriba de la tasa de desempleo de distritos republicanos que se ubica en 9.65 %, en parte debido a la mayor tasa de desempleo de la población afroamericana, que tiene un importante sesgo a favor del partido demócrata. El sesgo en preferencias electorales se divide por grupos sociales, que en Estados Unidos también se identifican oficialmente por grupos raciales. Entre los distritos con más de 85 % de la población blanca, el 79.5 % muestran una tendencia republicana. En esta muestra, el PVI promedio es de 6.95 puntos (números positivos indican una preferencia republicana, la cual incrementa conforme más alto el número). Además, la preferencia republicana se incrementa en aquellos distritos mayoritariamente blancos con una tasa de desempleo superior a 11 %, hasta 8.25 puntos. Por otro lado, para los distritos con población afroamericana superior a 20 %, el PVI es de -8.93 puntos, indicando una fuerte preferencia por el Partido Demócrata. Esta preferencia se incrementa a -22.5 puntos cuando la población afroamericana supera el 50 % del distrito. Una manera más sencilla de entender esta relación es a través de la correlación entre el PVI y el porcentaje de la población blanca de cada distrito, la cual es de 62.3 %. Mientras tanto, la correlación entre el PVI y el porcentaje de la población afroamericana por distrito es de -41.5 %. También existe una correlación entre el porcentaje de la población con estudios profesionales y las preferencias partidistas, siendo de -20.3 %, indicando que el PVI crece a medida que el porcentaje de personas con estudios de profesional cae. Por otro lado, un mayor grado de estudios, implica un PVI menor. Esta relación también es verdadera para la relación entre preferencias electorales y la mediana del ingreso anual en dólares, con una correlación de -2.51 %. Lo anterior muestra que las características del votante republicano, dada su mayor relación con la actividad manufacturera, su estructura de ingreso y su identidad racial, lo predisponen a un discurso nacionalista y a favor de una economía cerrada. La inconformidad queda reflejada en preferencias electorales extremas, los conservadores mayoritariamente blancos por una derecha con políticas antimercado. Mientras tanto, la población menos favorecida y las minorías, a la par de la población con estudios y favorecida, se encuentran a favor de políticas liberales con enfoque de mercado, representados por Clinton y Sanders. El mercado está a la espera de que Trump sea designado oficialmente como el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos en la convención republicana, la cual se llevará a cabo entre el 18 y 21 de julio. Antes de que se formalice la contienda electoral hacia las elecciones generales del 8 de noviembre, algunas encuestas ya muestran a Donald Trump en un empate frente a su probable principal contendiente, Hillary Clinton, lo cual incrementa la probabilidad de que gane las elecciones presidenciales de 2016.