Si Donald Trump llegara a ganar la candidatura del partido Republicano y llegara a la presidencia de Estados Unidos, el impacto sobre la economía mexicana sería desastroso. Trump dijo que construiría un muro fronterizo para evitar la migración de mexicanos a Estados Unidos. De acuerdo a estimaciones del mismo personaje, la construcción del muro costaría 12 mil millones de dólares. Dichos costos son parecidos a lo publicado en el “Government Accountability Office” en el 2009 y a los estimados por “The Corps of Engineers” en un reporte del Servicio de Investigación del Congreso estadunidense, pero para una malla que dure 25 años (no un muro de concreto). Otra fuente, un ingeniero estructural de Nueva York dijo que el proyecto podría costar, tan sólo en materias primas, alrededor de 2 mil millones de dólares (700 millones de concreto y mil millones de acero) más el costo de la mano de obra, para lo estima se requieren al menos 40 mil trabajadores al año, durante 4 años, más los costos de supervisión y vigilancia, lo que da un total de 25 mil millones de dólares en costo total del muro. Trump dijo que el muro sería pagado por México vía las remesas que envían trabajadores de Estados Unidos a sus familias en México. México recibe al año alrededor de 24 mil millones de dólares en remesas, por lo que si Trump ganara las elecciones y decide construir el muro con las remesas, agotaría el flujo total de un año, equivalente al 1 % del gasto en consumo privado en México de manera directa. A pesar de representar un pequeño porcentaje, las remesas son uno de los principales determinantes del consumo en nuestro país, debido a que representa un ingreso para quienes la reciben que además, tienen la característica de tener una alta propensión marginal a consumir por ser la población en promedio con menor poder adquisitivo. Cabe destacar que el consumo privado representa en México el 50 % del PIB, por lo que quedarse el país un año sin remesas implicaría una caída del PIB de forma directa de 0.5 %. Por otro lado, Trump dijo que renegociaría el TLCAN y en otro evento dijo que impondría un arancel de 30 % a los artículos de México. Para estimar el efecto que dicho arancel tendría sobre las exportaciones de México se calculó la elasticidad (sensibilidad) de las exportaciones no petroleras hacia EUA ante cambios en el precio. El resultado fue que, por cada 1 % que el precio sube, las exportaciones no petroleras bajan 1.33 % con un estimador estadísticamente significativo. Así, ante un incremento de 20 % en el precio (asumiendo que trasladan dos terceras partes del arancel hacia los consumidores) las exportaciones hacia Estados Unidos caerían 26 %, las exportaciones no petroleras totales caerían 21 % y las exportaciones totales en 19.7 %. Las exportaciones totales representan el 25 % del PIB de México, por lo que el impacto del arancel sería una caída en el PIB de México de 4.9 %. Lo más probable es que el tipo de cambio se ajustara al alza, amortiguando parte del incremento en precio por el arancel. Esto sólo de los efectos directos, ya que existen efectos indirectos y externalidades que provocarían una caída mayor en la economía que la antes estimada. Ojalá que no gane Trump.