El peso inició la semana cotizando alrededor de 18.18 pesos por dólar, luego de alcanzar un máximo de 18.2382 pesos por dólar durante las primeras horas del lunes, su nivel más alto desde febrero, cuando se dieron depreciaciones aceleradas hasta alcanzar un tipo de cambio máximo histórico de 19.44 pesos por dólar. A pesar de que el peso se mantiene relativamente estable frente al dólar, existe una menor correlación entre el tipo de cambio y los precios del petróleo, el cual sigue mostrando ganancias y ha alcanzado un máximo en el año de 47.40 dólares por barril, como consecuencia de una caída en la producción petrolera de China que durante abril se contrajo 5.6 % y ante una menor producción de crudo por los incendios ocurridos en Canadá y los conflictos políticos en Nigeria. Adicionalmente, los inventarios de petróleo en Estados Unidos, el mayor consumidor de crudo del mundo, comenzaron a caer. Asimismo, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, la sobreoferta en el mercado internacional de crudo ha sido más pequeña de lo esperado debido a una mayor demanda por petróleo en India. En lo que va de mayo, el WTI acumula una ganancia de 3.22 %, mientras que el peso se ha depreciado alrededor de 5.6 %, colocándose como la tercera divisa de mayores pérdidas entre las divisas de economías emergentes y como la más depreciada entre monedas latinoamericanas, por detrás del peso colombiano que pierde 4.7 % durante mayo. Las depreciaciones del peso ocurren a pesar de que la economía mexicana se mantiene estable. Así, no se trata del estado de la economía, sino de la percepción de riesgo de la misma y, en este sentido, la aversión al riesgo ha regresado a ser el principal determinante del peso, disparándose desde que Donald Trump quedara como único candidato del partido republicano a la presidencia de Estados Unidos. Más allá de la política, para la economía mexicana existe un mayor riesgo si Donald Trump alcanza la presidencia de EUA, por el daño que causaría a las exportaciones la imposición de un arancel del 30 %. Por el lado demócrata, Hillary Clinton, quien encabeza el número de delegados ganados, se ha pronunciado en contra del TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica), pero al no estar aún en vigor, no tiene el mismo impacto negativo que el arancel de Trump. La aversión al riesgo sobre México se hizo evidente en el Mercado de Futuros de Chicago, en donde las posturas netas, a la espera de una depreciación del peso, pasaron de -12,420 contratos a -45,220 contratos en la semana del 3 al 10 de mayo (el último dato disponible), indicando que los contratos netos que apuestan en contra del peso se incrementaron 264 %. Las apuestas en contra del peso no se habían incrementado tanto (en monto) desde febrero de este año y muestran una preocupación real sobre el peso en el mediano y largo plazo.