Las festividades decembrinas, sin duda, son un periodo de alegría, reuniones familiares y celebraciones; sin embargo, la euforia que suele acompañar estas fechas puede llevar a gastos excesivos y, como consecuencia, a la temida ‘cuesta de enero’.
De acuerdo con especialistas en finanzas personales, el periodo de dificultades económicas que muchas personas experimentan durante el primer mes del año se produce por una combinación de factores que nacen en diciembre y que se añaden a compromisos financieros previos.
Entre los causantes resaltan los gastos imprevistos, como regalos, comidas, fiestas y viajes, que representan gastos que no están contemplados en el presupuesto mensual.
A esto se puede añadir un uso indiscriminado de tarjetas de crédito y otros instrumentos de crédito, lo que puede generar deudas con altos intereses que dificultan la recuperación financiera.
Un elemento adicional es el precio de diversos productos y servicios, que suele experimentar un aumento durante esta época, lo que impacta directamente en el bolsillo de los consumidores.
Por estos factores, resulta fundamental adoptar una actitud proactiva y planificar nuestras finanzas, a fin de evitar complicaciones económicas.
En ese sentido, Paynom, una plataforma financiera que permite acceder a una parte del sueldo antes de que lo paguen, compartió algunos consejos básicos para enfrentar con éxito la ‘cuesta de enero’:
Vivir por debajo de las posibilidades económicas. Gastar menos es clave para que nunca falte el dinero en la cuenta bancaria o en el bolsillo.
Hoy, por ejemplo, al navegar en redes sociales resulta tentador comprar productos novedosos o atractivos pero que son innecesarios. Tampoco hay que privarse de un gusto, sin embargo, en cuestiones de dinero es necesario aprender a tomar decisiones informadas.
Elaborar un presupuesto. Es muy fácil crearlo, solo hay que identificar lo siguiente: sumar todo el dinero que llega a las manos (ingresos); registrar y sumar los gastos: alimentación, transporte, renta o hipoteca, ropa, calzado, colegiaturas, servicios, etcétera; al total de los ingresos se debe restar la cantidad que representan los gastos. Se debe tener claro el monto del salario, los gastos, el ahorro y la inversión.
Llevar a cabo un seguimiento de los gastos. Crear un presupuesto solo es el comienzo, el objetivo es dar seguimiento preciso a todos los gastos que se hacen por día, semana, quincena o mes. Además, considerar los gastos pequeños e inadvertidos, así como los cambios en el estilo de vida, ya que pueden acumularse y generar estrés financiero. Revisar periódicamente el destino del dinero es un hábito que ayuda a mantenerse en el camino hacia el cumplimiento de las metas financieras.
Establecer metas financieras a corto, mediano y largo plazo. Esto ayuda a esforzarse y trabajar para cumplir objetivos como ahorrar para las vacaciones soñadas, pagar deudas o jubilarse anticipadamente.
Disminuir el estrés financiero. El estado de preocupación y ansiedad que genera una situación financiera compleja o incierta puede ocasionar afectaciones fisiológicas y psicológicas que impactan en las relaciones interpersonales.
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