Cuando el presidente Enrique Peña Nieto anunció en septiembre de 2015 el proyecto del nuevo aeropuerto, el país, en ese año, tenía acumulado -por réditos o servicio de deuda externa- un pago de 16 mil 314 millones de dólares (cifra del Centro de Estudios del Sector Privado, CEESP). Casualmente una cifra similar es la del costo del mayor proyecto de infraestructura del país: 16 mil mdd, aunque dicho monto se ejercerá en 20 años en una serie de gastos programados que, según la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT), provendrá del flujo de ingresos que genera el actual aeropuerto. ¿Pero cuánto genera el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México? No hay cifras oficiales, pero debe generar una cantidad similar en 20 años para solventar dichos costos, o sea, ganancias (no ingresos como lo han proyectado) del orden de los 900 millones de dólares anuales. Dicha cifra es onírica. Para muestra tenemos los informes al Consejo de Administración que hace 15 años presentó Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA). Entregaba al erario público utilidades (obvio, después de gastos y pagos) algo como 750 millones de pesos. El Gobierno Federal, a su vez, le programaba un presupuesto mayor para cubrir sus necesidades operativas, algo como 15 % más de ese monto, es decir, 900 millones de pesos. Aunque esa cifra es de hace 15 años, aun con los ajustes inflacionarios de un 5 % anual más 4 puntos TIEE, las utilidades podrían haberse ajustado al 100 %, para hablar en números redondos, esto sería unos 1,800 mdp a precio actual, lo que equivaldría a unos 100 millones de dólares al tipo de cambio de hoy. Esos 100 millones de dólares anuales no son más que la novena parte de los 900 mdd que se requieren. ¿El AICM se paga solo? Altos funcionarios han anunciado que el proyecto se pagaría casi en su totalidad con recursos autogenerables, mientras que una menor proporción sería con recursos privados. Lo que no explicaron es que esos recursos privados serían sólo mediante una colocación de bonos, deuda pública o acciones en la Bolsa de Valores, mientras otro tanto sería de préstamos. Aunque el Gobierno se ha apresurado en subrayar que no habría más endeudamiento. Propuesta Si el gobierno pudiera advertir que no podrá hacerse cargo de todo, pues los ingresos del AICM no son suficientes, debiera convocar a inversionistas privados para que se sumen al proyecto. Información transparente y clara para brindar certidumbre y no cometer el mismo error que Vicente Fox con la T2, cuando nadie respondió a su llamado de invertir al 50-50 %. Y no es que el Gobierno Federal ponga o no mayores recursos, sino que las utilidades que genera el AICM antes iban al erario público y de ahí a un conjunto de ingresos diversos que, a su vez, formaban un gasto programado anual. Algunos de esos ingresos eran destinados para obras públicas como hospitales, escuelas, caminos, agua potable, alcantarillado, alumbrado público, electrificación, etcétera.