Las remesas que ingresan a territorio nacional se convirtieron en una fuente de ingreso fundamental para millones de mexicanos y en un factor clave para las cuentas externas del país.

Sin embargo, atrás de esos millones de dólares que mes a mes reporta el Banco de México, de Alejandro Díaz de León, se oculta un problema estructural de la economía mexicana: la falta de oportunidades laborales para miles de personas, quienes ven en el sueño americano una esperanza para seguir viviendo.

Para ningún país debería ser motivo de orgullo presumir que cada año se registran remesas récord, porque es un síntoma de su incapacidad para crear las fuentes de empleo suficientes para la población que busca enrolarse al mercado laboral.

En el Primer Informe de Gobierno y el tercero al pueblo mexicano, el presidente López Obrador celebró la entrada histórica de remesas que año con año se registra, al destacar la importancia que tienen para la economía, y llamó “héroes vivientes” a los migrantes mexicanos.

Es cierto que los migrantes son unos verdaderos héroes, porque se juegan la vida para cruzar la frontera norte, más ahora con las amenazas del presidente Donald Trump. También es cierto que estos recursos, que en su mayoría vienen de Estados Unidos, se han convertido en un motor del consumo interno. Pero las remesas per se, no deberían ser un elemento para presumir.

En 2018, México recibió remesas por 33 mil 481 millones de dólares, 10.53 por ciento más que en 2017, según cifras del Banco de México.

Un total de 1.6 millones de hogares dependen de estos recursos. El 38 por ciento se concentra en las familias de los primeros cuatro deciles de menores ingresos.

En Michoacán, Oaxaca, Zacatecas y Guerrero, las remesas que llegan representan entre 9.2 y 10.9 por ciento del Producto Interno Bruto local. Justo en estos estados, la población en condición de pobreza es de entre 46 y 66.5 por ciento.

La migración no es algo nuevo, siempre ha existido, pero es un fenómeno que está lejos de ceder.

En corto

Nubank, considerado el banco digital más grande localizado fuera de Asia, competirá en el mercado mexicano con una nueva tarjeta de crédito internacional con el soporte de MasterCard.

Bajo el nombre de Nu México, la institución financiera anunció su llegada meses atrás, y para el cierre del año tendrá su primer plástico circulando en el mercado nacional.

Su modelo de negocio no requiere de sucursales bancarias, pues todas las operaciones se pueden realizar desde un teléfono móvil, lo que implica que las comisiones se pueden reducir a cero, de acuerdo con Emilio González, country manager del banco ¡Bienvenida la competencia!

Fernando Franco