El eventual triunfo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), líder de Morena, en las elecciones presidenciales de México para 2018 elevaría el nivel de volatilidad e incertidumbre en el país, advirtió Shelly Shetty, directora senior de Análisis Soberano en Fitch Ratings. Durante su participación en el seminario Desempeño económico, populismo y relaciones comerciales: perspectiva Fitch de la economía global y mexicana, destacó que los comicios del próximo año representan un elemento clave para la calificación crediticia de México, la cual Fitch mantiene, por el momento, en ‘BBB+’, con perspectiva ‘negativa’.
“No es clara la política económica que AMLO seguiría, por lo cual sería necesario seguir de cerca el proceso electoral y los resultados que de éste devengan”, comentó.
Por un lado, refirió, AMLO habla de mantener la inflación y la deuda pública en niveles bajos, pero por otro, según sus declaraciones, de un incremento en el gasto público que puede mermar las finanzas nacionales. Además, agrega, puede haber un punto disruptivo en las relaciones con Donald Trump y un riesgo en la implementación de las reformas estructurales.
“Si gana AMLO esperaríamos que  haya mas volatilidad y no anticipamos que (Morena) gane el Congreso, por eso es difícil saber que políticas va haber”.
La especialista destacó que las elecciones presidenciales de México se llevan en un momento en el que la popularidad del Mandatario mexicano Enrique Peña Nieto va a la baja y en el que el PAN y Morena ganan terreno frente a sus competidores. Otro factor de riesgo, dice, es la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), para lo cual Fitch anticipa una serie de escenarios, desde que salga algún miembro, hasta que se impongan impuestos en las relaciones comerciales; no obstante, señala que el más probable es que exista una actualización benéfica para todos, en la que se incluyan nuevas reglas y nuevos sectores para modernizar esta alianza comercial que empezó en 1994. Shetty señaló que, aunado a ello, persisten efectos como aumento de la deuda pública, bajo crecimiento y volatilidad en el tipo de cambio. Sin embargo, destacó que existen elementos positivos como el avance en la consolidación fiscal. Ante este panorama, la calificadora optará por esperar 24 meses (contando a partir de diciembre de pasado, cuando revisó la perspectiva de México) para evaluar la calificación y perspectiva de la nota soberana del país, aunque no descarta hacer comentarios en el proceso, considerando las elecciones y la renegociación del TLCAN.