El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, por sus siglas en inglés), Jerome Powell, anticipó que serán necesarios más aumentos en la tasa de interés para controlar las presiones inflacionarias.
Esto después de que el banco central estadounidense subió en 75 puntos su tasa de referencia, a entre 3 y 3.25 por ciento, niveles no vistos desde 2008. La decisión fue unánime y sin sorpresas, ya que el mercado esperaba que subiera, por tercera ocasión, el costo del crédito en esa proporción.
“Con la acción de hoy, hemos elevado las tasas de interés en tres puntos porcentuales este año. En algún momento, a medida que la postura de la política monetaria se endurezca aún más, será adecuado reducir el ritmo de los aumentos”, expuso.
En su comunicado de política monetaria, la Fed aumentó sus expectativas de inflación y redujo sus proyecciones de crecimiento para 2022 y 2023.
Esos pronósticos contemplan una tasa de interés de 4.4 por ciento para finales de 2022, un punto por encima de lo estimado en junio.
Para finales de 2023 prevén que las tasas suban ligeramente, hasta 4.6 por ciento, para después bajar al 2.9 por ciento a finales de 2025.
En conferencia de prensa, el banquero central admitió que la Fed sabe que los aumentos de tipos probablemente causarán “un período de crecimiento económico por debajo de la tendencia”, y que las condiciones del mercado laboral, extremadamente robusto desde que comenzó la recuperación pospandemia, seguramente empeorarán.
“El mercado laboral sigue estando desequilibrado, con una demanda de trabajadores que supera con creces la oferta”, explicó el presidente del banco central estadounidense.
Powell defendió, sin embargo, que las decisiones del banco central buscan siempre “servir a su misión pública”, que es la de mantener el empleo en niveles máximos sin sacrificar la estabilidad de los precios.
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(Con información de EFE)
fp