El gobierno de Estados Unidos anunció este fin de semana la suspensión inmediata de las importaciones de ganado bovino, equino y bisonte procedente de México, debido a la aparición de brotes de la plaga del gusano barrenador, una situación que le costará a los productores nacionales pérdidas económicas por aproximadamente 11.4 millones de dólares (mdd) diarios.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) informó ayer en sus cuentas de redes sociales que esta disposición estará vigente por 15 días, en lo que se revisará la estrategia conjunta entre México y Estados Unidos para contener y erradicar la plaga.
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En su conferencia de prensa de todas las mañanas, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo manifestó este lunes su rechazo a la suspensión de las exportaciones del ganado mexicano al mercado estadounidense y aseguró que su gobierno ha hecho todo lo necesario para enfrentar esta plaga.
“Esperamos que muy pronto se levante esta medida, que consideramos injusta”, comentó la mandataria.
“El gobierno de México ha estado, desde el primer momento que se recibió la alerta del gusano barrenador, trabajando en todos sentidos”, agregó Sheinbaum Pardo, al manifestar su confianza en que la suspensión se prolongará por 15 días.
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La mandataria consideró que la disposición del gobierno estadounidense era inesperada, ya que la semana pasada, el secretario de Agricultura de México, Julio Berdegué Sacristán, se reunió personalmente en Washington, Estados Unidos, con Brooke Rollins, secretaria de Agricultura de ese país, un encuentro en el que abordaron el asunto del gusano barrenador y otros temas bilaterales.
En un comunicado difundido el fin de semana, el Departamento de Agricultura estadounidense justificó la suspensión con el hecho de que se han detectado brotes de la plaga en ganado ubicado en los estados mexicanos de Oaxaca y Veracruz.
Si bien, los dos gobiernos han colaborado para enfrenar el avance de la plaga, estos esfuerzos han resultado insuficientes por lo que en aras de proteger la salud humana y animal, el gobierno de Estados Unidos tomó la decisión de cerrar su frontera sur a las importaciones de ganado.
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“El Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS en inglés), en colaboración con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), restringirá la importación de productos de animales vivos originarios o en tránsito de México. Esta suspensión de las importaciones se mantendrá mensualmente hasta que se alcance un período significativo de contención”, refirió el Departamento de Agricultura.
El gobierno norteamericano también justificó su disposición al argumentar que, la última vez que entró la plaga a su territorio, costó 30 años erradicarla.
Pérdidas económicas
Por o pronto, el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) consideró que la decisión del gobierno estadounidense provocará graves daños económicos a todos los productores nacionales, incluso a los del norte de México, que no están afectados por la plaga.
“Esta medida impactará severamente al sector ganadero del norte del país, que tan solo por Sonora y Chihuahua movilizaba más de 5,700 cabezas de ganado al día. Se estima que, por la suspensión de exportaciones, México dejaría de ingresar 11.4 mdd diarios en divisas provenientes de la venta de ganado”, advirtió la organización empresarial.
Asimismo, el CNA consideró que la suspensión de las exportaciones del ganado en pie a Estados Unidos pone en riesgo el abasto de alimentos en ambos países.
GC