La producción de leche de este año alcanzará un volumen total de 13,594 millones de litros, lo que implicará un crecimiento de 2% en relación con los 13,333 millones de litros de 2023.
Lo anterior, en un contexto internacional en el que la producción mundial de leche observó una recuperación el año pasado, gracias a la estabilidad de precios y de la demanda, una tendencia que se espera se mantendrá en 2024, informó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), a través de un comunicado.
Te puede interesar: Sequía golpeará la producción de alimentos, disminuirá 0.6% en 2024
En 2024, la producción mundial de leche puede concluir con 552 millones de toneladas, que se traducirá en un ligero aumento de 0.4% respecto a 2023.
Actualmente, las regiones ganaderas de México con mayor aportación a la producción de leche son el centro y el occidente del país, seguido de la zona noreste.
Al cierre del año pasado, Jalisco aportó 2,799 millones de litros de leche, equivalente a 21%, con lo que se convirtió en el principal proveedor nacional.
Te puede interesar: México cerró 2023 con nuevos máximos en importaciones de granos y oleaginosas
Después se ubicó Coahuila, con 1,538 millones de litros, equivalentes a 11.5%; mientras que en tercer lugar se quedó Durango, con 1,515 millones de litros, que representó 11.4% del total; en tanto que Chihuahua, con 1,262 millones, ocupó el cuarto lugar nacional, al aportar 9.5%.
El resto de la República Mexicana contribuyó con 6,218 millones de litros de leche, que representó una porción de 46.6%.
Los estados del sur-sureste tienen “un amplio potencial, tanto por la disponibilidad de agua y forraje, como por el desarrollo y mejora genética que se atenido con razas y cruzas, que permiten conseguir niveles aceptables de producción”, comentó Sader en relación con las perspectivas de producción de esa región.
Te puede interesar: Exportaciones agroalimentarias de México crecieron 3.7% en 2023
Hacia adelante, el subsector lácteo vislumbra diversos retos que deberá atender para continuar en crecimiento, como la integración de cadenas productivas regionales, mitigar su impacto ambiental, innovación de productos terminados, inversión en tecnología para nuevos productos, inocuidad en toda la cadena de producción y también reforzar el cumplimiento de la normatividad y verificar la transparencia en la comercialización, concluyó Sader.
GC