México pasó del lugar 35 al 33 en el Índice de Atractividad de Países para Inversiones en Energías Renovables (RECAI), estudio de EY sobre los progresos en esta materia. Es la cuarta mejor nación latinoamericana ubicada en el ranking, detrás de Chile, Brasil y Argentina.

De acuerdo con el Informe, su mejor posición se debe a que se encamina hacia un cumplimiento de los compromisos climáticos internacionales para 2050, respaldado por una inversión superior a los 13 mil millones de dólares en proyectos de energías renovables.

El país está realineándose con las tendencias regionales después de un período de inestabilidad en el sector de energías renovables”, apunta la evaluación.

Cabe mencionar que la administración entrante, liderada por Claudia Sheinbaum, se ha comprometido a invertir más de 13 mil millones de dólares en proyectos de energía solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica durante el sexenio, incrementando la posibilidad de cumplir con los compromisos climáticos internacionales establecidos para 2050.

Dichas inversiones se proyectan para añadir 13 GW de nueva capacidad de generación verde a la red eléctrica mexicana para 2030.

“El ascenso de México en el RECAI es de dos puntos respecto a la edición anterior y es un indicativo del potencial que tenemos para liderar en energía limpia. Este progreso debe ser un catalizador para impulsar aún más las inversiones y fomentar el desarrollo de políticas públicas que apoyen una transición energética sostenible.

“Es esencial que aprovechemos este momento para ampliar nuestro compromiso con las renovables, incentivando una infraestructura más verde y resiliente”, expuso Alfredo Álvarez, socio líder de Energía para EY Latinoamérica.

Cabe mencionar que el año pasado, la inversión de energía limpia alcanzó 1.8 billones de dólares; sin embargo, los hallazgos del Índice alertan que el cumplimiento de los objetivos de las Naciones Unidas para enfrentar la crisis climática aún está lejano.

Según el estudio, la capacidad para la generación de energías renovables necesita ser triplicada para el 2030, además tanto el estancamiento de la red como los altos costos de capital son grandes obstáculos.

Ante esto, una de las claves es la implementación de los sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS), una solución para adecuar el sistema, gestionar la red y estabilizar precios. Estos sistemas son más eficientes, rápidos de construir y menos costosos que otras tecnologías de almacenamiento de energía.

Además, los BESS pueden adaptarse a una variedad de necesidades y desempeñar diversos roles dentro del sistema energético, resolviendo distintos desafíos técnicos”, concluyó el estudio.

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