Pese a que el mercado laboral se recupera cada vez más del impacto del Covid-19, las condiciones de los trabajadores son malas en la mayoría de los casos.

Sólo dos de cada 10 trabajadores que cuentan con un empleo formal tienen un ingreso “digno”, según un análisis de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

Esto implica que solo cuatro millones 594 mil personas ganan 20 mil pesos o más al mes, revelan datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de enero.

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En contraste, a casi el doble de ellas (ocho millones 414 mil personas), que representa 39 por ciento del empleo formal, no les alcanza para comprar dos canastas básicas y con ello superar el umbral de la pobreza.

El incremento del salario mínimo en 2023 ha tenido un efecto positivo. Hay una leve disminución en la proporción de las personas con trabajo formal que carecen de salario suficiente, pero aún es un escándalo que 4 de cada 10 trabajos formales sean fábricas de pobreza”, afirmó Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

En su opinión, si bien los resultados permiten apreciar una leve mejoría durante 2022 en la proporción de personas con mejores ingresos, probablemente por el incremento al salario mínimo, aún resulta muy alto el porcentaje de quienes sufren precariedad laboral.

Al cierre de enero, el IMSS tenía inscritos a 21.4 millones de trabajadores. Hace un año, el porcentaje de personas sin salario suficiente era del 41.5 por ciento; ahora se ubica en 39 por ciento, es decir, la reducción de la precariedad laboral apenas fue de 2.5 por ciento, señaló el especialista.

El efecto inmediato del incremento al salario mínimo se aprecia mejor en la reducción del porcentaje de personas con empleo formal entre diciembre de 2022 y enero de 2023: pasó de 44.9 a 39.2 por ciento, una baja de 5.7 puntos porcentuales.

FP