El servicio de autotransporte federal para pasajeros es la opción de movilidad más utilizada por los mexicanos, sobre todo por su asequibilidad ante el precio de los boletos de avión; sin embargo, el mercado nacional opone barreras a la competencia efectiva del servicio de autobuses en perjuicio de los consumidores.

Estos son los hallazgos que, de manera preliminar, encontró la Autoridad Investigadora de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), tras realizar una investigación de mercado sobre la operación del servicio de autotransporte federal de pasajeros en el país.

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En México existen seis categorías de servicio de autobuses foráneos de pasajeros y que consisten en los siguientes: de lujo, ejecutivo, de primera, económico, mixto y transporte terrestre de pasajeros desde y hacia puertos marítimos y aeropuertos.

Sin embargo, la Cofece se dio cuenta que, a nivel nacional, no existe suficiente competencia o bien que existen pocas empresas participantes para los servicios de primera, de lujo, ejecutivo y transporte desde o hacia puertos y aeropuertos.

Mientras que en la clase económica, no existe competencia en la región noroeste del país, es decir, los estados de Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora.

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Este estado de cosas implica que pocas empresas son las que participan en el mercado y que, por tanto, establecen las condiciones más favorables para ellas y no necesariamente para los consumidores, lo que se debe a las siguientes causas.

1 Existencia de relaciones entre competidores: casi todas las grandes empresas transportistas tienen vínculos o relaciones de negocios entre sí, lo cual impide la rivalidad y reduce los incentivos para mejorar condiciones de precios y calidad del servicio.

2 Directorios cruzados y espacios de contacto entre competidores: lo que se refiere a que existen personas que participan en los consejos de administración de empresas que supuestamente compiten entre sí, además de que existen representantes de las empresas transportistas que colaboran de cerca, a través de los consejos de administración de las terminales de pasajeros y también a través de la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (Canapat).

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3 Obligación para realizar las operaciones de ascenso y descenso de usuarios en terminales de pasajeros: se trata de una medida regulatoria que puede flexibilizarse para que más pasajeros puedan hacer uso del servicio.

4 Limitación del permiso a rutas específicas para prestar el servicio de autotransporte de pasajeros: lo cual impide que las empresas puedan adaptarse más rápidamente a las necesidades de los usuarios.

5 Discrecionalidad en la operación de terminales de pasajeros: esta situación impide que nuevos competidores puedan ingresar al mercado y se refuerza el control que tienen los mismos y pocos jugadores conocidos.

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6 Restricción para utilizar otros vehículos distintos a los autobuses: las categorías económica, de primera, de lujo y ejecutiva requieren el uso de autobuses para 30 personas, lo cual encarece el servicio y reduce la posibilidad de abrir nuevas rutas.

Las personas o empresas interesadas en esta investigación pueden acercarse a la Cofece para presentar sus pruebas y argumentos, antes de que la Autoridad Investigadora emita su resolución final.

Cuando se genere la resolución final, la Cofece también dará a conocer sus recomendaciones a las autoridades competentes y a las empresas del sector de lo que considera que puede servir para abrir la competencia en el autotransporte de pasajeros.

GC