Una porción cada vez más amplia de la población se incorpora a las filas laborales del sector servicios.
El 63.1% de la población ocupada (de 12 años o más) en el país se desempeña en actividades terciarias (servicios y comercio), de acuerdo con el más reciente censo realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La porción de la población ocupada que trabaja en el sector terciario vio un aumento de 10 puntos porcentuales en las últimas dos décadas. Según datos del Inegi, la cifra fue de 53.4% en 2000; en 2010, dio un brinco a 60.9%.

Siguiendo la tendencia global, en México, el comercio y los servicios ganan terreno en su relevancia dentro de la economía. De echo, este grupo de actividades es el de mayor ponderación dentro del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
El dato más reciente del Inegi adquiere tintes oscuros bajo la sombra de la pandemia del COVID-19. La crisis económica desatada por el virus golpeó con particular furia al sector servicios, forzando el cierre temporal y en algunos casos permanente de restaurantes, tiendas y negocios con otros giros.
De acuerdo con datos del Inegi, el PIB de las actividades terciarias registró una caída de -7.7% en 2020.
Estancamiento en la industria; contracción en agropecuarias
El progreso de las actividades secundarias y primarias ha sido opuesto al de las terciarias en los últimos 20 años.
Las actividades primarias (agropecuarias) registraron una baja de cinco puntos porcentuales en la porción de la población ocupada que abarcan. En 2000, la cifra fue de 15.8%; para 2020, fue de 10.7%.
Para las secundarias, el panorama fue similar. En 2000, abarcaban a 27.8% de la población ocupada. La cifra bajó a 24.4% en 2010. En 2020, quedó en 24.1%; es decir, hubo una estabilización dentro del sector industrial en la última década.
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