Fitch Ratings ratificó la calificación de la deuda soberana en moneda extranjera de largo plazo de México en ‘BBB-‘ con perspectiva estable.
“La calificación de México se sustenta en un marco de política macroeconómica prudente, finanzas externas estables y robustas, así como en una relación deuda pública/PIB que Fitch proyecta que se mantendrá por debajo de la mediana de ‘BBB’”, expuso la agencia.
En un comunicado, la calificadora aclaró que la nota está limitada por débiles indicadores de gobernabilidad, un historial de crecimiento moderado, a largo plazo, y riesgos fiscales relacionados con pasivos contingentes de Petróleos Mexicanos (Pemex) y rigideces presupuestarias crecientes.
Respecto a los indicadores de gobernabilidad, Fitch se refirió al paquete de reformas constitucionales que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) envió al Congreso en febrero pasado y el cual incluye modificaciones al poder judicial.
“Creemos que estas reformas en general afectarían negativamente el perfil institucional de México, pero es demasiado pronto para evaluar la posible gravedad antes de su aprobación e implementación.
“La gobernanza de México ya es relativamente débil, con una puntuación del Indicador de Gobernanza Mundial del Banco Mundial en el percentil 32, que está muy por debajo de la mediana “BBB” del percentil 58”, mencionó la agencia.
Sobre el crecimiento, Fitch proyecta que el producto interno bruto se desacelerará a 2.0% en 2024 desde 3.2% en 2023, antes de caer más a 1.8% en 2025.
La agencia espera que una combinación de una economía estadounidense más lenta, una postura fiscal más estricta a medida que la nueva administración asume el cargo y la postura de política monetaria restrictiva resulten en una ligera desaceleración del crecimiento el próximo año.
No obstante, también considera que el “nearshoring” puede ofrecer a México oportunidades significativas para mejorar su participación en la cadena de suministro global y diversificar su capacidad de fabricación, “aunque la reubicación de la producción es un proceso gradual”.
Por otro lado, la calificadora prevé un déficit del gobierno general de 5.4% del PIB en 2024 y de 4.0% en 2025, frente al 3.6% en 2023 y un promedio de 2% del PIB durante el período 2015-2019.
“Si bien el gobierno entrante aspira a reducir el déficit a niveles compatibles con una trayectoria estable de deuda/PIB, sigue habiendo incertidumbre sobre cómo y con qué rapidez se logrará, lo que tal vez solo se aclare una vez que se proponga el presupuesto de 2025”, apuntó.
Finalmente, sobre el apoyo presupuestario continuo a Pemex, la agencia mencionó que no esperan ningún cambio en la disposición del durante la administración de Claudia Sheinbaum.
En ese sentido, recordó que la administración entrante ha expresado su intención de mantener la posición dominante de Pemex en el mercado petrolero mexicano, tanto en el upstream como en el downstream.
Lo anterior, dijo, probablemente requerirá transferencias federales continuas a menos que haya una mejora significativa en la eficiencia operativa de la empresa o una reducción en su carga de deuda.
“La propuesta para 2024 especifica por primera vez medidas de apoyo a Pemex en el presupuesto. Su inclusión mejora la transparencia y subraya el compromiso del gobierno de garantizar la liquidez de Pemex.
“Esperamos que Pemex reciba un apoyo financiero inquebrantable del gobierno y que siga estando incluida como una partida en ejercicios presupuestarios posteriores, aunque el gobierno entrante no ha indicado claramente sus planes al respecto”, concluyó.
er.