Si bien en general el sistema financiero mexicano se encuentra resiliente, gracias al buen desempeño de la banca comercial, en el segmento de intermediarios financieros no bancarios se advierten “dificultades”, mismas que pudieran extenderse a otras instituciones de ese tipo, advirtió el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (CESF).
Aunque existe esa posibilidad, las complicaciones que pudieran presentar los intermediarios financieros no bancarios no amenazan con generar “un riesgo” para el sistema financiero en su conjunto, aseguró el CESF en su reunión que se realizó este 28 de junio.
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En los últimos meses, los intermediarios financieros no bancarios -en referencia a Crédito Real y Unifin- han tenido “dificultades asociadas con el encarecimiento y menor disponibilidad de nuevas fuentes de financiamiento”, refirió el Consejo, a través de un comunicado, en el que se resumieron los comentarios más relevantes de la reunión de ayer.
“Si bien no se descarta que dichas dificultades pudieran extenderse a otros intermediarios no bancarios, cabe señalar que este sector mantiene una participación pequeña y una interconexión relativamente limitada con la banca del país y con otras instituciones financieras, por lo que dicha situación no representa un riesgo de alcance potencialmente sistémico”, agregó el CESF.
El Consejo es un grupo de trabajo, que está conformado por las más altas autoridades del sector financiero, como el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O; la gobernadora del Banco de México (Banxico), Victoria Rodríguez Ceja; el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio González; el presidente de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), Ricardo Ochoa Rodríguez; y el presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Jesús de la Fuente Rodríguez, entre otros funcionarios.
Según el comunicado, los integrantes del CESF también comentaron que el resto del sistema financiero mexicano se comporta positivamente y que ha demostrado su capacidad de resiliencia, a pesar de los episodios de volatilidad financiera que se observaron en el primer trimestre de año, ante la quiebra de dos bancos regionales de Estados Unidos y de uno europeo, y más recientemente, por la incertidumbre que causó el debate sobre el techo de endeudamiento del gobierno estadounidense.
El sistema financiero mexicano logró sortear la volatilidad, gracias “a una banca comercial que cuenta con niveles de capital y de liquidez que exceden con holgura los mínimos regulatorios”, refirió el comunicado del CESF.
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En este contexto, el peso mexicano también ha mantenido su fortaleza en lo que va del año y ha observado “en general una tendencia de apreciación”.
En su encuentro de ayer, los integrantes del Consejo también conversaron sobre la evolución de la economía mexicana, de la cual destacaron el comportamiento favorable en el primer trimestre de 2023. No obstante, los funcionarios aceptaron que persisten riesgos de debilitamiento de la actividad económica, ante el panorama de la economía internacional.
Explicaron que el crecimiento de la economía mundial pudiera comprometerse por una “desaceleración mayor a la anticipada” –se espera una “leve recesión” en Estados Unidos— y por las posibilidades de que las presiones inflacionarias se extiendan.
En este sentido, la Encuesta de Percepción de Riesgo Sistémico que se aplicó en el país arroja que el riesgo externo más mencionado por los intermediarios financieros existentes en México fue el deterioro de las expectativas de crecimiento económico mundial, mientras que el riesgo interno más frecuente es el de una mayor inflación a la esperada.
GC