Todo apunta a que la confianza del consumidor se continuará deteriorando, en medio de las persistentes presiones inflacionarias, de acuerdo con un análisis de Scotiabank.

“Ante la rigidez en la dinámica de precios, la confianza del consumidor podría presentar una tercera caída mensual consecutiva, en línea con los temores por un menor ingreso real de los consumidores y una desaceleración de la actividad”, señaló el grupo financiero.

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En junio, la confianza del consumidor cayó 0.4 puntos, con lo cual sumó dos descensos mensuales consecutivos, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

“Este (el de junio) es el mayor retroceso mensual desde enero y, con ello, en la primera mitad del año acumula una caída de 2.5 por ciento, pasando de 44.30 puntos a 43.65”, señaló Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.

En junio, la inflación se ubicó en 7.99 por ciento a tasa anual, el mayor nivel en 21 años.

Uno de los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México destacó, según las últimas minutas, que en la primera quincena de junio, 45 por ciento de los artículos en la canasta del índice Nacional de Precios al Consumidor presentó variaciones mensuales desestacionalizadas superiores a 10 por ciento.

Analistas anticipan que las tasas altas perdurarán en lo que resta del año, incluso hasta los primeros tres meses del año.

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Adrián de la Garza, economista en jefe de Citibanamex, estimó que tocará su pico entre agosto y septiembre, pero consideró que permanecerá arriba de 7 por ciento hasta el primer trimestre de 2023.

Pese a este entorno, Siller señaló que los niveles de confianza aún permanecen elevados a comparación del promedio del periodo enero 2010 a febrero 2020.

“El componente de la situación económica de los hogares dentro de 12 meses se ha mantenido como el más elevado, apoyado por la política del gobierno federal de mantener los precios de las gasolinas y diésel artificialmente bajos mediante estímulos fiscales y subsidios”, dijo.

FP