La coordinadora del Consejo Asesor Empresarial y asesora en el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, Altagracia Gómez Sierra, indicó que el Plan México es un proyecto que disminuiría el impacto de los aranceles estadounidenses, en caso de que se concreten.
Durante su participación en el foro “Impacto de las finanzas públicas ante las medidas por implementar de Estados Unidos”, que se lleva a cabo en la Cámara de Diputados, la empresaria apuntó que la estrategia es esencial para el desarrollo de México, incluso, si no se aplican los gravámenes.
“Este Plan ayudará para el caso de que los aranceles sean una realidad, pero es necesario y es conveniente, incluso, en el caso que no haya aranceles”, dijo.
Lo anterior, porque representa inversiones nacionales y extranjeras por 277 mil millones de dólares.
“El Plan México, que es un Plan de Desarrollo Económico Regional, tiene 13 metas y tiene una visión muy clara de apoyo a la industrialización en el país; procesos de manufactura con más valor a pegado; de mejor y más vinculación entre la Academia, la iniciativa privada y el Gobierno; no solo para política pública, sino para planeación y para el aprovechamiento de la oportunidad de la relocalización.
“Desde luego, también para enfrentar los retos que seguramente seguirá habiendo en el próximo año al menos. Tanto retos como ruido”, expuso.
Abundó que las metas que se plantearon dentro de este plan son una “invitación a que seamos más grandes y a que seamos mejores”.
“Más grandes porque pretende que México sea la décima economía del mundo, porque te invita a que inviertas más en porcentaje al PIB, porque invita a que haya más egresados en carreras de ingeniería y estén vinculados a sectores estratégicos… porque te invita a que produzcas más en México, porque te invita a que agregues 15% más valor en cadenas globales, porque te invita a que sea 50% el valor de producción para bienes de consumo como textiles, juguetes, muebles, en fin, a que seamos mejores”.
Gómez añadió que todo eso suma para ser un país con una población menos desigual, “a que sigamos reduciendo los índices de pobreza, a que sigamos apostando por inversiones sostenibles, con sentido”.
Sobre la magnitud del impacto de los aranceles, la empresaria expuso que hay que esperar a que se concreten para estudiar el porcentaje, a qué productos les fueron aplicados y si se trata de un arancel universal o sólo para México.
“En su momento tendríamos que evaluar cómo vienen las órdenes ejecutivas, porque tampoco es lo más responsable —más allá de que estemos preparados para distintos escenarios— hacer predicciones de movimientos de PIB, cuando no sabemos a qué países los va a poner.
“Cambia mucho si sólo es a algunos particulares o sí es generalizado… no sabemos a qué bienes, pueden ser muy distintos tipos de bienes y tienen distintos efectos.
“Las métricas se tienen que evaluar en lo particular, aunque, desde luego, se deben tener propuestas para lo general”, concluyó Gómez.
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