El presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales, señaló que la industria automotriz estadounidense busca incrementar el proteccionismo en aquel país, al solicitarle a su gobierno bloquear la venta de autos chinos o de componentes a través del T-MEC.
La opinión se generó luego de que la Alianza para la Manufactura Americana (AAM, por sus siglas en inglés) solicitó que en la próxima revisión del T-MEC (en 2026) se endurezca y excluya de los beneficios del acuerdo a vehículos y componentes de compañías chinas procedentes de esa nación o México o Canadá.
“Es un anhelo, un objetivo de presión para incrementar el proteccionismo y con ello incrementar la manufactura de Estados Unidos”, expuso Rosales.
En conferencia de prensa, el presidente ejecutivo de la AMDA agregó que ésta, “es una clara demanda y un abanderamiento de una política restrictiva al libre comercio”, y apuntó que consideran que no será la única, aprovechando el momento electoral.
“Es un tema en auge en el marco de las elecciones en EU y rumbo a la revisión del tratado comercial”, dijo Rosales.
En ese sentido, destacó que el gobierno de México deberá hacer un análisis formal del ecosistema de producción automotriz, a fin de hacer frente a los posicionamientos que haga EU y que pudieran afectar al sector mexicano.
De acuerdo con la AAM, hay fuertes indicios de que “no se ha reequilibrado el comercio”, y contrario a eso, se han creado “inversiones desproporcionadas en México” a expensas de EU, incluidas de entidades chinas.
“Alarmante es el fuerte gasto de las empresas chinas en México, a través de las cuales pueden acceder a Estados Unidos, con aranceles más favorables bajo el T-MEC.
“Esta estrategia es un esfuerzo por obtener acceso por la puerta trasera a los consumidores estadounidenses, eludiendo las políticas existentes que mantienen a los automóviles chinos fuera del mercado estadounidense”, refirió.
Bajo este contexto, la Alianza pidió que los negociadores estadounidenses insistan en excluir a las empresas estatales o afiliadas de China de beneficiarse del T-MEC mediante el establecimiento de instalaciones en México o Canadá como una forma de evitar las políticas comerciales y los mecanismos de aplicación de EU.
(Con información de Forbes y Reuters)
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