Una mejor perspectiva de ventas y de producción, así como una mayor demanda de unidades eléctricas es lo que anticipa la industria automotriz para los próximos cinco años a nivel internacional; sin embargo, el fantasma de las cadenas de suministro “vulnerables” –herencia de la pandemia del Covid-19— persiste como uno de los desafíos en las proyecciones a futuro.

La empresa de consultoría KPMG presentó los resultados de una encuesta entre 915 directivos de empresas automotrices a nivel internacional, la cual arrojó que 83% de ellos dijo estar optimista sobre el desarrollo del sector en los próximos cinco años con rentabilidad para las compañías.

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Este dato fue mejor que la cifra de 53% que se registró en la encuesta del año pasado.

Pero a pesar de este optimismo, los directivos consultados aceptaron que el desempeño del sector sigue sujeto a los altibajos de la macroeconomía de los países, que actualmente enfrentan en su mayoría tasas altas de inflación y también tasas de interés elevadas.

Los directivos entrevistados por KPMG esperan que siga en aumento la demanda de los consumidores por adquirir vehículos eléctricos o híbridos, para cumplir con las metas de combate al cambio climático, lo que implicará que los fabricantes y sus proveedores deberán atender estos requerimientos. Se espera que la participación de mercado de los vehículos eléctricos alcance una proporción de 40% respecto a la venta total de autos.

Sin embargo, los encuestados aceptaron que no en todos los países avanzan las políticas públicas y la infraestructura necesaria para recibir a los autos eléctricos.

“Los precios actuales y la infraestructura con la que cuentan la mayoría de los países obstaculizan que haya una transición acelerada hacia este tipo de vehículos. Es seguro que habrá una transición gradual de vehículos de combustión hacia los eléctricos”, dijo Mario Hernández, socio líder del segmento IMMEX de KPMG México, citado en el reporte de la encuesta.

En este sentido, “las autoridades gubernamentales tienen un papel importante para el otorgamiento de incentivos o mejorar la infraestructura, lo cual ayudará al consumo accesible de autos eléctricos o híbridos para la población”, añadió el experto.

Si bien es un hecho que la transición hacia la movilidad sustentable está en marcha, en algunos países más rápido y en otros más despacio, las empresas automotrices y sus proveedores tienen ante sí el gran desafío de lidiar con los problemas de las cadenas de suministro, que no han terminado de restablecerse tras el impacto de la pandemia del Covid-19.

“La alta dirección de la industria automotriz sigue muy preocupada por el suministro de productos básicos y componentes, especialmente semiconductores, al igual que artículos como acero eléctrico y materiales livianos, que son cruciales para la eficiencia y el rango de autonomía de las baterías”, refirió el reporte de KPMG sobre la encuesta.

En este sentido, las empresas han reaccionado con el traslado de algunas de sus unidades productivas a los centros de ensamblado final o bien a los centros de consumo, además de que han reforzado el desarrollado de la proveeduría local, en aras de reducir su dependencia del suministro de partes y componentes del continente asiático.

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Las tendencias de la industria automotriz indican que en el horizonte también emergen otros desafíos que hace unos años no se tenían previstos. La tecnología de industria 4.0 cada vez más se entrecruza con la industria automotriz, ya sea en sus procesos productivos o bien en la conformación de los vehículos, lo que ha dejado abierta la puerta para la incursión de nuevos jugadores como las empresas de tecnología.

Los ejecutivos de la industria automotriz aceptan que, hacia el año 2030, las empresas tecnológicas desempañarán un papel relevante en el mercado de autos eléctricos, tanto que nueve de cada 10 encuestados reconocieron que las tecnológicas “tendrán un efecto significativo en la industria automotriz”.

Por lo anterior, es posible que las empresas automotrices se vean en la necesidad de vender partes no estratégicas de sus negocios para concentrarse más en las divisiones más rentables y poder competir en el mercado.

El reporte completo puede consultarse aquí.

GC