El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advirtió que en el país persiste un ambiente de inseguridad y elevada impunidad que, sumado al debilitado estado de derecho, inhibe la inversión.
En su análisis semanal, el organismo del Consejo Coordinador Empresarial destacó que el hecho de que en el país casi dos terceras partes de la población mayor de 18 años se siente insegura de vivir en su ciudad, que la cifra negra (el total de delitos que no se denuncian o no se inició una carpeta de investigación) sea de 93% y que siete de las 10 ciudades más peligrosas del mundo estén en México, son temas que consideran seriamente quienes desean invertir en el país atraídos por el nearshoring.
Según el Centro, dicha situación está generando “niveles de inquietud elevados” entre los interesados para realizar inversiones en el país, y “un ambiente de negocios sin reglas claras es evidente que no es atractivo para invertir”.
“Un entorno como este deteriora la confianza y eleva significativamente la incertidumbre”, indicó.
Cabe mencionar que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los indicadores de confianza del consumidor y de directivos empresariales, en especial de estos últimos, ya acumula varios meses con un comportamiento negativo, sobre todo en cuanto a su opinión respecto a la situación futura del país.
Lo anterior, dijo el CEESP, se refleja en la cautela para invertir, “puesto que la opinión de los directivos empresariales respecto a si es este un momento adecuado para hacerlo, muestra un comportamiento negativo desde hace ya varios meses también”.
Dicha reserva por parte de inversionistas es de gran relevancia, aún más considerando que las expectativas sobre la actividad económica se siguen deteriorando frente al entorno que limita un mejor desempeño del aparato productivo, afectando la dinámica del empleo y el consumo.
En ese sentido, apuntó que la incertidumbre por la política comercial de Estados Unidos crece ante la preocupación de que más allá de las consecuencias arancelarais que tendrían los países involucrados, pueda redundar en una guerra comercial que afecte a la economía mundial.
Por ello, el CEESP expuso que la respuesta de las autoridades mexicanas deberá ser muy cuidadosa, “toda vez que responder de la misma manera, es decir, con la aplicación de aranceles recíprocamente, podría afectar a diversos sectores del aparato productivo mexicano”.
“Hay que considerar que se importa un importante volumen de mercancías para producir exportaciones y bienes para el interior que podrían verse afectados seriamente, incidiendo en los precios finales”.
Por otro lado, el Centro resaltó que “los esfuerzos que hará el sector privado a través del Comité Especial para la Inversión y Relocalización de Empresas serán fundamentales para estimular y mejorar un ambiente de negocios que sea atractivo para invertir”.
“Sin embargo, el trabajo deberá ser conjunto con las autoridades que tienen el compromiso de atender los temas de estado de derecho y seguridad para establecer un ambiente de total confianza para la inversión.
“Es fundamental retomar niveles de crecimiento más elevados para consolidar un mejor bienestar de los hogares. El empleo de calidad y bien remunerado es la mejor manera de reducir la pobreza y elevar el bienestar de los hogares en el mediano y largo plazos”, concluyó.
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