La pandemia del COVID-19 causó estragos también en la clase media de toda la región de América Latina y El Caribe.
De acuerdo con un reporte presentado el jueves por el Banco Mundial, 4.7 millones de personas pertenecientes a la clase media en la región cayeron en la pobreza por causa de la tormenta económica desatada por el virus.
Durante la presentación del estudio “El lento ascenso y súbita caída de la clase media en América Latina”, el Banco Mundial subrayó el impacto económico del virus en la región, que ya arrastraba décadas de rezago en indicadores de desarrollo social y económico.
“El retroceso de conquistas sociales que tanto costaron, corre el riesgo de volverse permanente a menos que se lleven a cabo reformas enérgicas”, apuntó Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para la región de América Latina y El Caribe.
La población de clase media es aquella que percibe entre 13 y 70 dólares por día en su trabajo. En 2018, este segmento económico comprendía el 38% de la población en la región. Tras el paso de la pandemia, la porción cayó a 37.3%, según datos del organismo internacional.
En México, la población de clase media comprendía 30.6% del total previo al COVID. El virus redujo la cifra a 27.6%.
El COVID tajo consigo no sólo una crisis sanitaria, sino una de índole económica también. El golpe se sintió con particular fuerza en América Latina y El Caribe, donde las desigualdades son amplias y los gobiernos no cuentan con los bolsillos profundos de las economías desarrolladas para financiar programas de apoyo fiscal.
Varios de los gobiernos de la región desplegaron amplios programas de apoyo, pero no bastaron. En el caso de México, Jaramillo destacó que el gasto gubernamental para redes de apoyo económico fue bastante pobre.
El Banco Mundial anticipa un repunte de 5% en el Producto Interno Bruto (PIB) de la región para 2021. Aunque sustancial, considera que será insuficiente para restaurar la economía a niveles pre-COVID.
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