Los países emergentes —entre ellos México— tendrán este año un crecimiento económico promedio de aproximadamente 3.3% en 2023, luego del avance de 3.5% del año pasado.
Lo anterior reflejará una tendencia de desaceleración económica mundial, provocada principalmente por las presiones inflacionarias y los aumentos a las tasas de referencia que han tenido que aplicar los bancos centrales en aras de hacer bajar los niveles generales de precios, refiere Coface, en su reporte “Barómetro de riesgos país y sectoriales 2023”.
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Entre los países emergentes, China e India mantendrán un liderazgo a lo largo del año, ante una reapertura total de actividades en el caso del primero, y de un comportamiento positivo en general en el caso del segundo.
“Los países exportadores de materias primas, empezando por la energía, se beneficiarán de unos niveles de precios todavía cómodos. Si bien los precios caerán desde sus picos de 2022, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) seguirá siendo sólido”, refirió Coface en su documento.

Este sería el caso de países latinoamericanos como Chile, Argentina y Brasil y, en menor medida México —petróleo principalmente—, que exportan materias primas a los países asiáticos, tales como cobre, acero, níquel y semillas.
“Los exportadores de metales también deben beneficiarse en la segunda mitad del año del aumento de la demanda en la industria y la construcción chinas”, agregó el reporte.
Asimismo, los países emergentes se beneficiarán del buen desempeño que han observado a nivel mundial determinados productos manufactureros como la industria automotriz, lo que será favorable para economías como la de México.

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En su Barómetro económico, Coface incluso mejoró la perspectiva de la industria automotriz de México, de “alto riesgo” de incumplimiento de pagos a “riesgo medio”, debido precisamente al desempeño favorable que ha tenido el sector en el ultimo año.
Coface colocó igualmente en “riesgo medio” de incumplimiento de pagos a las ramas textil-vestido, transporte, madera, papel, metales e industria agroalimentaria. Mientras que las actividades que observan un “alto riego” de incumplimiento son las industrias energética, química y de la construcción.
Por lo anterior, la economía mexicana sobrellevará la desaceleración que se espera en 2023 con apoyo de sus industrias exportadoras y, en segundo lugar, la demanda de su mercado interno, se desprende del reporte.

Sin embargo, la compañía —que se especializa en riesgo crediticio— advirtió que en general las economías emergentes tienen desafíos en materia de finanzas públicas, a causa de las acciones que han debido emprender para contener la inflación y, en su momento, por la atención de la pandemia del Covid-19, un elemento que deberán tener presentes los actores económicos a la hora de planear sus negocios.
“Para muchos mercados emergentes, la volatilidad de la moneda y el aumento de los costos de endeudamiento elevarán la carga de la deuda pública, que ha alcanzado niveles récord luego de la pandemia del Covid-19. Esta mezcla no solo puede generar preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda soberana, sino que también limitará el espacio fiscal de muchos gobiernos”, advirtió Coface.
GC