“De esta manera, se concluye que para 2136 (es decir, en 120 años) la brecha entre ambos estratos comenzará a cerrar”, señaló.De acuerdo con Oxfam, las cifras de 2016 para medir la desigualdad por ingresos arrojan que ésta disminuyó, pero todavía es ‘significativamente alta’. Entre 2012 y 2016 (la administración de Enrique Peña Nieto), el Coeficiente de Gini (medida de desigualdad en la que 0 equivale a igualdad perfecta y 1 a desigualdad perfecta) el cambio fue prácticamente nulo, pues este coeficiente bajó de 0.4644 a 0.4625.

“Lo anterior, aunque represente una mejora, aún refleja un nivel inaceptable de desigualdad”, señaló.
Ni para un kilo de tortillas
¿Cómo impactan estas diferencias en la vida diaria? De acuerdo con Oxfam, los ingresos del 10% de la población más pobre aumentaron 15.2% en los primeros cuatro años de la actual administración, mientras que los del 10% de los más ricos, 5.92%. Aunque se pensaría que los menos acaudalados registraron un avance importante, en realidad no es así. El 15.2% representa apenas un aumento de 10 pesos diarios para los más pobres, mientras que el 5.92% significa un incremento de 100 pesos diarios para los más ricos.“Para comprender qué nos dicen estas diferencias en cuanto a igualdad social, basta con reflexionar sobre los bienes y servicios a los que podría acceder cada grupo de la población con el ingreso adicional obtenido en los últimos cuatro años”.Los 10 pesos, dice, no alcanzan ni para un kilo de tortillas, que cuesta 15 pesos. En cambio, los 100 pesos alcanzan para una comida corrida en la Ciudad de México, con un precio promedio de 75 pesos. Otro ejemplo: mientras este aumento permitiría a un hogar del 10% más pobre comprar dos boletos de metro más al día (10 pesos), el decil más rico sería capaz de comprar dos boletos más, pero para ir al cine (92 pesos). FP