La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) mejoró su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana a 3.3% para este año, desde el 2.6% pronosticado hace tres meses.

Igualmente, para 2024 ajustó al alza su estimado, aunque mantiene su previsión de un menor avance. Considera que el próximo año el producto interno bruto (PIB) avanzará 2.5%, desde el 2.1% pensado en junio.

El nuevo pronóstico se fundamenta en que la economía global “mostró ser más resistente de lo esperado en el primer semestre de 2023”, aunque la OCDE considera que las perspectivas de crecimiento siguen siendo débiles.

De acuerdo con su Panorama Económico, reporte provisional: Confrontando la inflación y el bajo crecimiento, la economía mundial avanzará 3.0% en 2023, antes de desacelerarse a 2.7% en 2024.

“Se espera que una parte desproporcionada del crecimiento mundial en 2023-24 siga proviniendo de Asia, a pesar de la recuperación más débil de lo esperado en Porcelana.

No obstante, con una política monetaria cada vez más visible y una recuperación más débil de lo esperado en China, se proyecta que el crecimiento global en 2024 será menor que en 2023”, señala el documento.

Respecto a la economía estadounidense, ligada a la mexicana, vaticina que su crecimiento anual se desacelere de 2.2% este año a 1.3% en 2024, a medida que las condiciones financieras más estrictas moderen las presiones de la demanda.

En la zona del euro, donde la demanda ya es débil, se prevé que el crecimiento del PIB disminuya hasta 0.6% en 2023 y aumente hasta 1.1% en 2024 a medida que se desvanezca el impacto adverso de la alta inflación sobre los ingresos reales.

Por otro lado, la OCDE también destaca que, si bien la inflación general en el mundo ha ido disminuyendo, la inflación subyacente sigue siendo persistente, impulsada por el sector de servicios y todavía relativamente mercados laborales ajustados.

Los riesgos siguen inclinándose a la baja. La inflación podría seguir siendo más persistente de lo previsto, y aún es posible que se produzcan más perturbaciones en los mercados de energía y alimentos. Una desaceleración más pronunciada en China arrastraría aún más el crecimiento en todo el mundo. La deuda pública sigue siendo elevada en muchos países”, alertó.

En ese sentido, prevé que la inflación se modere gradualmente durante 2023 y 2024, aunque se mantendrá por encima de los objetivos de los bancos centrales en la mayoría de las economías.

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Proyecta que la inflación general en las economías del G20 disminuirá al 6% en 2023 y al 4.8% en 2024, y la inflación subyacente en las economías avanzadas del G20 disminuirá de 4.3% este año al 2.8% en 2024.

Reactivación del comercio global

Bajo el contexto general, la OCDE acentuó que es necesario revitalizar los esfuerzos de política estructural para fortalecer las perspectivas de crecimiento. Además, reducir las barreras en los mercados laborales y de productos y mejorar el desarrollo de habilidades ayudaría a impulsar la inversión, la productividad y la participación de la fuerza laboral, y haría que el crecimiento fuera más inclusivo.

Una prioridad clave, dijo, “es reactivar el comercio mundial, que es una fuente importante de prosperidad a largo plazo tanto para las economías avanzadas como para las de mercados emergentes”.

“Las preocupaciones sobre la seguridad económica no deberían impedir que se aprovechen las oportunidades para reducir las barreras comerciales, especialmente en los sectores de servicios.

“Se necesita una mayor cooperación internacional para garantizar una mejor coordinación y un progreso más rápido en los esfuerzos de mitigación de carbono”, concluyó.

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