El Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó que para que México pueda impulsar su crecimiento económico, requiere de reformas que mejoren la competitividad y el clima de inversión.
“Las reformas estructurales adicionales para mejorar la competitividad y el clima de inversión serán esenciales para impulsar el crecimiento y las exportaciones, al tiempo que mantienen la sostenibilidad externa a medio y largo plazo”, expuso el organismo.
Agregó que el país también necesita conservar un limitado endeudamiento del sector público, por lo que consideró que el compromiso hecho por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador de mantener el requisito de endeudamiento del sector público en o por debajo del 2.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) ayudará a salvaguardar la sostenibilidad fiscal y externa. Asimismo, el FMI subrayó que son necesarios los esfuerzos para aumentar los ingresos fiscales no petroleros y proporcionar espacio para la inversión pública que tanto se necesita. Por otro lado, destacó que el tipo de cambio flotante tendría que seguir sirviendo como principal amortiguador, con las intervenciones en el mercado cambiario utilizadas para prevenir desordenes del mercado, además de que la línea de crédito flexible del FMI proporcione un amortiguador adicional contra los riesgos colaterales globales. Respecto al déficit de la Cuenta Corriente de México, el Fondo estimó que se mantenga estable en los niveles actuales, debido a que “un balance de petróleo más sólido en general compensa el aumento de los déficits de ingresos primarios”. Cabe mencionar que el déficit de cuenta corriente “se amplió en 2018 a 1.8 por ciento del PIB desde 1.7 por ciento en 2017, luego de haberse reducido gradualmente de 2.6 por ciento del PIB, en 2015, impulsado por una mejor balanza comercial no petrolera”.
“En 2018, la posición del sector externo estuvo ámpliamente en línea con el nivel implícito de los fundamentos de mediano plazo y las políticas deseables”, determinó.
Finalmente, el FMI destacó que el largo vencimiento promedio de la deuda soberana y la alta proporción de financiamiento en moneda local reducen la exposición de las finanzas gubernamentales a los riesgos de depreciación, además de que México tiene un sector bancario bien capitalizado, con liquidez y resistente a grandes choques y los niveles de deuda corporativa no financiera son bajos. Te puede interesar: Recorta el FMI su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana erc